
(Caracas, Venezuela). Desde la esquina de la plaza Bolívar, la más emblemática de Venezuela, el edificio La Francia siempre ha parecido un poco fuera de lugar en medio de numerosas mansiones españolas de estilo colonial. Pero para muchos, esta construcción de estilo art decó guarda recuerdos entrañables: ha sido durante más de cincuenta años el centro neurálgico de la venta de oro y joyas de Caracas. Fue así hasta hace un par de semanas, cuando el edificio llamó la atención del presidente Hugo Chávez mientras presentaba su programa de televisión "Aló Presidente", desde la Plaza Bolívar.
"¿Y ese edificio?", preguntó Chávez al alcalde de la ciudad mientras apuntaba a La Francia. "Es el edificio donde están las joyerías, de propiedad privada", respondió el alcalde. "Exprópiese", ordenó el presidente. Chávez se giró entonces hacia un edificio en el otro lado de la plaza y explicó que alguien le había dicho que Simón Bolívar, el libertador de Venezuela, había vivido allí poco después de casarse. "Esa casita que se ve allí, con dos balcones y donde ahora hay algunos negocios, exprópiese. (...) Tenemos que convertirlo en un gran centro histórico".
Dos días después de la emisión del programa, las exigencias del presidente se habían hecho realidad y los comerciantes abandonaban el edificio por temor a que les confiscaran sus productos. En las nueve plantas del edificio Francia había 91 joyerías de oro y plata.
Apoyado en los mostradores ahora vacíos y fumando sin parar, Gad Abayor señala que este 'mercado de oro' era una parte tan importante del patrimonio histórico de Caracas como el propio edificio que lo albergaba. Abayor tenía una pequeña tienda donde vendía joyas de oro y plata desde 1979. "Todo el mundo conocía este edificio. Los grupos de turistas siempre venían aquí", recuerda. Abayor dice que no sabe dónde instalará ahora su tienda.
Pero otros han aplaudido la medida del Gobierno venezolano. En la parte exterior de la casa donde supuestamente vivió Simón Bolívar, Edgar Luis Urdaneta, un policía jubilado, explica su pasión por la historia del siglo XIX. "Para eso están las leyes", afirma mientras coge firmemente su libro: las Obras Completas de Bolívar. "Bolívar dijo 'si la ley lo autoriza, nada es imposible'".
El Gobierno aún no ha dicho qué hará con el edificio La Francia, pese a que ya se han presentado diversos proyectos. Jari Núñez, arquitecta de la Oficina de Conservación del Ayuntamiento, explica que el presidente Chávez recibirá dos proyectos. Ambos contemplan convertir la planta baja en un cafetería y el resto en espacio para artesanos que se dedican a la joyería. Las autoridades esperan comenzar la restauración del inmueble en cuestión de semanas. Por su parte, la ex residencia de Bolívar se convertirá en un museo.
Núñez explica que en el "mercado de oro" de La Francia se vendían cosas robadas, una acusación refutada por los antiguos inquilinos que sostienen que los vendedores ambulantes de fuera del edificio no tienen nada que ver con ellos.
En los últimos años, se ha realizado una campaña para preservar los edificios históricos de Venezuela, pero el asunto no ha estado exento de polémica debido a la manera en que se realizarán las obras de conservación. En los años 50, cuando el país vivía un auge económico gracias a la explotación del petróleo, se destruyó una gran cantidad de edificios coloniales para dejar espacio a nuevas construcciones. Algunas, como La Francia, son las que ahora se han convertido en clásicos arquitectónicos.
"Caracas es una de las ciudades latinoamericanas con menor cantidad de vestigios de la época colonial", afirma Hannia Gómez, directora de la Fundación para la Memoria Urbana, una ONG local que se dedica a la conservación arquitectónica. "Ha habido muchas demoliciones y queda muy poco".
Chávez, un amante de la historia que a menudo cita a héroes venezolanos como Francisco de Miranda o Simón Bolívar, se ha propuesto restaurar Caracas. El año pasado, el Instituto del Patrimonio Cultural publicó una lista con 1.216 edificios del centro de la ciudad que se conservarán debido "a su excepcional valor histórico y artístico". Las propiedades incluyen viviendas privadas e incluso una de las primeras gasolineras de Venezuela.
Núñez indica que la expropiación de edificios como La Francia es parte de un plan para restaurar un área de 25 manzanas en el casco antiguo. "Lo importante es rescatar nuestra memoria", afirma. "Las ciudades y sus edificios educan y si destruimos un inmueble, estamos borrando la memoria colectiva".
Sin embargo, algunos tienen miedo de perder sus hogares o negocios por culpa de los proyectos del Gobierno. Gómez señala que La Francia ya era un edificio protegido y, por ello, cuestiona la necesidad de expulsar a los negocios que ya formaban parte de la historia de la zona. El Gobierno espera que la restauración del centro urbano ayude a rejuvenecer la zona y reduzca la delincuencia, pues se trata de un área que queda completamente desierta durante la noche debido a la falta de seguridad.
Para los 500 trabajadores de La Francia, se ha perdido una parte de la historia y no ven factible un acuerdo con el Gobierno. "¿Cómo solucionamos algo que sucedió en cuestión de segundos?", pregunta Freddy Chacón, uno de los joyeros del edificio. "Uno está descansando en casa y de repente alguien te llama por teléfono y te dice que pongas la televisión, que te han expropiado el negocio".
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