La expansión económica de China parece no tener freno, pese a la ofensiva emprendida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que tuvo un nuevo capítulo durante el G-20 en Osaka. El impulso decidido de Xi Jinping a la iniciativa "Belt and Road", la penetración en los mercados de América Latina y su decidida apuesta por África son solo algunos de los logros conquistados por Pekín que tan nervioso ponen al inquilino de la Casa Blanca.
Y a ello se une un factor circunstancial, los ataques a petroleros en el Estrecho de Ormuz, que hicieron subir las acciones de la noruega Frontline, dueña del Front Altair, y de Kokuka Courageous, propiedad de la nipona Kokuka Sangyo. Todo apunta a que las tarifas para llevar crudo de un lado al otro del mundo se van a incrementar en breve, y ese es el escenario perfecto para las firmas chinas de transporte marítimo de mercancías.
Para ello, nada más útil que la última innovación conseguida por el gigante asiático tras el estreno del primer 'megapetrolero' inteligente (VLCC, por sus siglas en inglés). Bautizado al estilo oriental como "New Journey", se trata del primer VLCC con 'cerebro artificial', y una capacidad de carga de 308.000 toneladas.
Construido en los astilleros de Dalian Shipbuilding Industry para la China Merchants Energy Shipping, tiene más de 300 metros de eslora y presume de contar con un "cerebro artificial", que controla muchas más funciones que los actuales sistemas de navegación avanzados. El "New Journey" está manejado por una plataforma de soporte informático que realiza cinco funciones inteligentes, entre las que destacan su piloto automático asistido, control inteligente de carga, gestor de eficiencia energética, gestor operativo y de mantenimiento y comunicación integrada barco-puerto.
Con quince depósitos para el transporte de crudo, la carga y descarga es muy importante para este gigante de los mares. En un buque petrolero normal, durante este proceso la tripulación ha de estar constantemente pendiente para mantener el balance de pesos de la carga o se arriesga a perder crudo o sufrir un grave accidente.
En declaraciones a la televisión pública china, Li Zhipeng, ingeniero jefe del VLCC, desvela que "el sistema inteligente de carga del New Journey recolecta información de 599 puntos, facilitando la tarea al sugerir cambios en la operación y reforzando la seguridad de una labor que suele ser crítica".
Además, como si fuera un coche de alta gama, el 'megapetrolero' cuenta con un sistema de ruta que antes de despegarse del muelle puede generar automáticamente varias rutas y calcular el gasto de combustible o el tiempo estimado de llegada, para dejar a elección de la tripulación la decisión.
La seguridad es un factor extremadamente importante en este tipo de megapetroleros, ya que- a diferencia de un coche-, el radio de vuelta del buque es mucho más amplio. Para reforzar en lo posible esa seguridad, el sistema de navegación inteligente puede calcular al milímetro la posición y velocidad de embarcaciones a 10 millas náuticas de distancia, ofreciendo suficiente margen para evitar cualquier colisión.
El New Journey es la sexta generación de VLCC desarrollado por los astilleros de DSIC, y el buque número 97 entregado por la empresa. De entre toda la flota de VLCC que existe en el mundo, uno de cada diez ha sido fabricado en China.
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