China prohíbe a sus aerolíneas que paguen a la UE por sus emisiones de CO2

  • La Administración de la Aviación Civil de China ha prohibido oficialmente hoy a sus aerolíneas que paguen las cuotas de emisiones que les exige la Unión Europea (UE) por volar en territorio comunitario a partir de este año.

José Álvarez Díaz

Shanghái (China), 6 feb.- La Administración de la Aviación Civil de China ha prohibido oficialmente hoy a sus aerolíneas que paguen las cuotas de emisiones que les exige la Unión Europea (UE) por volar en territorio comunitario a partir de este año.

Con esta medida, Pekín cedió oficialmente a meses de presiones de la Asociación del Transporte Aéreo de China (ATAC), que agrupa a las cuatro mayores aerolíneas del gigante asiático (Air China, China Eastern, China Southern y Hainan Airlines).

Su subsecretario general, Chai Haibo, ya adelantó a Efe hace un mes que la postura de la ATAC era en el fondo la misma que la del Gobierno, y reveló que la asociación llevaría el caso a los tribunales, como hicieron sin éxito varias compañías estadounidenses por el mismo problema, aunque aún se estudia cuándo y cómo hacerlo.

La administración estatal dijo que la medida tiene el visto bueno del Consejo de Estado (Ejecutivo), y que considera que la directiva europea es "contraria a los principios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y de las normas internacionales de aviación civil".

La prohibición anunciada hoy se refiere al sistema de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea (ETS, en inglés), que implica en la práctica hacer pagar a las aerolíneas, a partir de este año, por cada tonelada de dióxido de carbono (CO2) que emitan en rutas con origen o destino en la UE.

La inclusión de la aviación comercial en el ETS entró en vigor el pasado 1 de enero, pero al menos 20 aerolíneas de China, Estados Unidos y otros países de Asia-Pacífico se oponen a la medida, según Chai, a lo que se suma la oposición frontal de Rusia, que sí que ha prohibido ya formalmente a sus firmas aéreas que paguen las cuotas.

La medida de la UE, adoptada por Bruselas en 2008, incluye a la aviación comercial desde 2012 en el sistema ETS.

Lo que establece la nueva norma europea es que tendrán que pagar tasas todas las aerolíneas que al sobrevolar su espacio aéreo superen sus cuotas máximas de emisión de gases de efecto invernadero.

Esas cuotas están fijadas a partir del volumen de emisiones que se dieron en 2010, de manera que la UE permitirá a las aerolíneas emitir gratuitamente el equivalente al 85 por ciento de los gases expulsados a la atmósfera ese año, y les hará pagar por el 15 por ciento restante.

La norma europea establece que si una aerolínea se niega a pagar las tasas, la UE le impondrá una multa por un valor de 10 veces el dinero debido, un castigo que, en caso de reincidir, puede llegar hasta la suspensión de permisos de vuelo y la detención de aviones en aeropuertos europeos.

Desde marzo pasado, la ATAC viene defendiendo ante el Gobierno chino que si EEUU, Rusia y China mantienen un frente común contra la medida, difícilmente se podrá llevar a la práctica la inclusión de la aviación comercial en el sistema ETS.

Chai critica además que, como las cuotas afectan a la totalidad de las rutas, su ámbito de aplicación se extiende más allá del espacio aéreo de la UE, lo que también considera ilegítimo.

La ATAC también considera que el sistema ETS es una "trampa financiera", no dirigida a conseguir una reducción efectiva de emisiones, sino a recaudar dinero, y que la ecología no debe venir de las aerolíneas, sino "de la raíz": de los fabricantes aeronáuticos, que deben hacer motores y aviones más limpios.

En ese sentido, China lleva meses ensayando el uso de biofuel, mezclado con combustible a partes iguales, en aviación comercial.

En octubre pasado llevó a cabo su primer vuelo de este tipo en Pekín, con un Boeing 747 que en su combustible llevaba mezclado unas 10 toneladas de biofuel, que consumió antes de aterrizar.

La petrolera estatal Sinopec también anunció la semana pasada que está desarrollando combustibles para aviación menos contaminantes.

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