Duelo de China y UE en el tercer mercado: el campo de batalla es ya Latinoamérica

  • España era en 2005 el principal competidor del gigante asiático en América Latina, y ese papel lo juegan hoy Reino Unido y Francia.
Acuerdo China-UE
Acuerdo China-UE
EFE

En un contexto geopolítico tan alterado como el que se vive en la actualidad, con todo un presidente de los Estados Unidos de América poniendo en duda las reglas del libre comercio, el panorama de crecimiento económico más estable es el de la exportación.

La explosión de China como poder económico dominante ha transformado el panorama, con la significativa influencia del gigante asiático en las exportaciones de los países desarrollados, circunstancia que ha hecho saltar las alarmas no solo en EEUU, sino en la Unión Europea. Beijing se ha ido haciendo hueco en el tercer mercado, con presencia relevante en 68 economías a lo largo del globo.

Una de las batallas más encarnizadas en estos momentos se libra en América Latina entre China y la Unión Europea, como si de una partida de ajedrez se tratara, en la que el Viejo Continente contaba con la ventaja inicial de la historia, diluida hoy ante la voracidad exportadora asiática.

Esta lucha de los dos bloques se está dirimiendo en campos muy concretos, según destaca un reciente estudio del 'think tank' Bruegel, que señala campos como la maquinaria en general, vehículos y maquinaria eléctrica. China cuenta con ventaja en maquinaria de oficina, equipos de telecomunicaciones y productos fruto del trabajo intensivo como textiles y ropa. Europa va en cabeza en productos médicos y farmacéuticos, maquinaria de generación de energía y productos químicos y petrolíferos.

A lo largo de Latinoamérica, los tres socios principales de China son Brasil, México y Chile. En 2016 Beijing tenía un déficit comercial de 24.000 y 6.000 millones de dólares con Brasil y Chile respectivamente, principalmente debido a la importación china de aceites y frutos oleaginosos a Brasil y cobre a Chile. Por el contrario, tiene un superávit 22.000 millones de dólares con México por la exportación de maquinaria eléctrica.

La UE también vende de manera masiva a los tres grandes países de latinoamérica, y cuenta con un superávit con México por la exportación de vehículos. El balance comercial europeo con Brasil y Chile es prácticamente igualitario, con importaciones y exportaciones por valor de 34.000 millones de dólares para los dos países juntos.

El pulso chino-europeo más intenso en la actualidad es para lograr tratados de libre comercio con países de América Latina. Europea golpeó primero, cerrando un acuerdo con Chile, al que siguieron otros en 2013 con Perú, Colombia y posteriormente Ecuador. Además, la UE ha cerrado un histórico pacto con México que se espera se implemente muy pronto. China logró su primera victoria con acuerdos para Perú y Chile, y en 2011 cerró otro acuerdo bilateral con Costa Rica.

Para los especialistas de Bruegel, el problema que desvelan los datos es que ambos bloques tienden a exportar productos similares a América Latina, con la única ventaja de Europa en la calidad de sus artículos. Para contrarrestarlo, Beijing cuenta con mayor flexibilidad para reducir sus precios, de manera que sigue contando con armas para el combate.

A ello se añade un factor clave. China combate como un solo hombre, cuando la UE se presenta como un ramillete de conomías cambiantes. Así, mientras que en 2005 era España el principal competidor del gigante asiático en América Latina, ese papel lo juegan hoy Reino Unido y Francia. Otra cuestión clave es el valor añadido. Los productos europeos de alto nivel, como maquinaria eléctrica y de oficina, pelean 'a cara de perro' con sus rivales chinos, ya que se trata, junto a los vehículos, de productos que pueden ser intercambiados sin problemas por el país proveedor sin merma de calidad o funcionalidad.

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