Managua, 18 jun.- Tres ancianos lesionados y uno herido fue el resultado de un enfrentamiento hoy entre empleados del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) y miembros de la Unión Nacional de Adultos Mayores (UNAM), quienes bloquearon las instalaciones del seguro social en toda Nicaragua.
"Se nos niegan beneficios como sillas de rueda, bastones, muletas, andaribeles, para llevar una vida un poco más cómoda", dijo a Efe Porfirio García, presidente de la UNAM.
En su segundo día de protesta continua los adultos mayores impidieron el acceso de visitantes a todas las delegaciones del INSS a nivel nacional, más cinco sucursales en la ciudad de Managua.
Los ancianos protestan porque el gobierno de Daniel Ortega no les entrega la pensión reducida de vejez e incumple con un acuerdo alcanzado hace dos años que les permitiría una vida más llevadera.
Los adultos mayores protestan por esos derechos desde antes de 2007, cuando Enrique Bolaños era presidente de Nicaragua.
En 2010 Ortega les ofreció como compensación un "bono solidario" equivalente a 40 dólares.
"Pero no recibimos nada de eso porque la comisión que se instauró en ese año no volvió a reunirse. Muchos de nosotros ahora están enfermos y no pueden delegar a nadie para recoger el bono en su lugar, porque el Seguro Social no quiere escucharnos", se quejó García.
La posición de la UNAM es que el INSS entregue las pensiones por las que les fue retenido parte de su salario cuando eran suficientemente jóvenes para trabajar y tenían un empleo formal.
"No andamos pidiendo nada, sólo que nos den lo que metimos aquí (dinero de la pensión)", dijo el anciano Pedro López.
"Sobre 20 años de pagar mi seguro, ¿qué se hizo el dinero, a dónde lo tienen, quién lo tiene?", se quejó José Reyes.
El enfrentamiento se dio cuando los ancianos intentaron aprovechar que los empleados del INSS salían de su jornada laboral para ingresar a la sede en Managua.
El herido y los lesionados fueron trasladados a un hospital ubicado al occidente de la ciudad.
Horas antes un grupo de jóvenes que recolectaban alimentos para los miembros de la UNAM fueron expulsados de un centro comercial donde se habían reunido.
Aún así, los jóvenes, en su mayoría estudiantes universitarios, lograron llevar comida a los ancianos y prometieron unirse a su lucha, confirmó García.
La UNAM tiene 5.000 miembros en todo el país con capacidad para movilizarse.
La organización prometió mantenerse en las sedes del INSS mientras no haya una respuesta por parte del gobierno.
Asimismo, los ancianos llamaron a la población para que los provea de alimentos mientras ellos sostienen sus reclamos.
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