Ingresos complementarios

Cinco pasos para planificar tu jubilación y tener aún más dinero que la pensión

Si se quiere mantener el poder adquisitivo de la vida laboral una vez retirado, hay que calcular bien los gastos e ingresos y buscar complementos a la pensión pública.

Una jubilada.
Una jubilada.
Imagen de shurkin_son en Freepik.

Los trabajadores suelen pensar a menudo en la jubilación. El punto final de la carrera laboral supone más tiempo libre para dedicarlo a descansar, disfrutar, pasar más tiempo con la familia y los amigos, viajar, estudiar… Sin embargo, también conlleva cambios importantes en la situación económica. Los ingresos percibidos por un jubilado son menores al salario recibido en su último puesto de trabajo, ya que el sueldo normalmente crece a medida que se acumulan años de experiencia.

Muchos ciudadanos confían al jubilarse en poder mantener el mismo nivel de vida que tenían cuando trabajaban, pero esto no suele ocurrir por arte de magia. Los españoles reciben una pensión equivalente al 72,3% del sueldo que tenían al final de su vida profesional, según los cálculos de la OCDE. Por tanto, conviene generar fuentes complementarias de ingresos para poder utilizarlas en el futuro. Una buena planificación resulta fundamental si se quiere disfrutar con tranquilidad de los años de retiro. Te contamos cinco pasos para planificar la jubilación.

1. Calcular la cuantía de la prestación por jubilación

Si un individuo quiere planificar su jubilación, lo primero que hay que hacer es estimar los ingresos que se recibirán a partir de ese momento. Es decir, calcular la cuantía de la prestación por jubilación que le corresponde tras la vida laboral. Actualmente, la pensión mínima se sitúa en los 721,14 euros al mes en 14 pagas y la máxima en 2.819,1 euros. La plataforma Finect ha desarrollado una calculadora para que los usuarios puedan calcular cuánto dinero tendrán de pensión en el momento de jubilarse.

¿Sabes cuánto tendrás de pensión cuando te jubiles?

2.Analizar los gastos y estimar los desembolsos futuros

Una vez ya se tiene una idea aproximada de la pensión que se percibirá, conviene analizar los gastos que se prevén para la jubilación. Se puede empezar llevando a cabo un control exhaustivo de los desembolsos actuales, cuanto más detallado sea mejor, y, luego, estimar otros posibles dispendios que se producirán. Por ejemplo, si se quieren hacer más viajes habrá que calcular cuánto dinero supondrán. Los ciudadanos normalmente suelen subestimar los gastos de la jubilación, ya que pueden aparecer algunos extraordinarios como la necesidad de contratar personal o de pagar una residencia.

3.Empezar a ahorrar cuanto antes

Los ciudadanos que quieren mantener su poder adquisitivo una vez retirados necesitarán compensar esa diferencia de ingresos entre la pensión y el salario. Por eso, hay que empezar ahorrar y cuanto antes mejor. Los asesores financieros recomiendan empezar ahorrando un 10% de los ingresos para destinarlo a la jubilación. No importa que la cantidad inicial sea pequeña, lo más importante es que el ahorro se convierta en un hábito. Además, ese porcentaje debe incrementarse progresivamente a medida que se acerque la edad de jubilación.

4.Contratar un producto de ahorro

Una vez se ha empezado a ahorrar, el siguiente paso consiste en sacar provecho a ese dinero ahorrado. Existen multitud de productos financieros en el mercado para obtener unos ingresos adicionales a la pensión pública. Uno de los productos de ahorro más conocidos son los planes de pensiones, que están diseñados específicamente con ese fin.

La popularidad de los planes de pensiones reside en sus beneficios fiscales, ya que las aportaciones realizadas durante un año sirven para rebajar la base imponible del IRPF. Tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2022, la cantidad máxima que se puede desgravar se sitúa en 1.500 euros desde el pasado 1 de enero.

5.Pasar de ahorrador a inversor

Como se ha recortado ese beneficio, los planes de pensiones ahora resultan menos interesantes para los consumidores. Por eso conviene dar el paso de ahorrador a inversor para sacar mayor provecho a los ahorros. Eso sí, antes conviene hacer un buen colchón para imprevistos. Los expertos recomiendan disponer como mínimo de la cantidad necesaria para cubrir los gastos fijos durante tres meses, por si ocurriera algún imprevisto.

Una vez ya se dispone de ese fondo de emergencia, ya se puede pasar de ahorrador a inversor. Actualmente, existen muchas alternativas que permiten a los usuarios conseguir un complemento a la prestación pública. Finect cuenta con un escaparate de productos financieros para la jubilación que permite a los usuarios encontrar un amplio abanico de opciones para preparar su retiro y escoger aquella que más se adapte a sus necesidades.

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