Ciudadanos ha decidido retirar su controvertida enmienda al proyecto de Presupuestos Generales del Estado por la que solicitaba al Gobierno la creación de un nuevo Cuerpo Superior de Técnicos de Hacienda del Estado y la promoción automática de los más de 9.550 miembros de este cuerpo de funcionarios al nivel más alto de la Administración (A1) sin tener que superar oposición previa alguna bajo el argumento de reforzar los recursos de la lucha contra el fraude fiscal. La airada reacción de los cuerpos de élite de la Administración, encabezada por los inspectores de Hacienda del Estado, que observan esta iniciativa como un ataque frontal a los principios de mérito y capacidad que rigen en los procesos de selección y promoción dentro de la Administración Pública, y la tremenda polvareda mediática levantada a raíz de la propuesta han aconsejado a Ciudadanos, cuyo portavoz en el Parlamento, Edmundo Bal, forma parte de uno de esos cuerpos de élite, el de los abogados del Estado, a retirar esa enmienda, que previsiblemente se debatirá en la Comisión de Presupuestos este miércoles.
Fuentes de la formación naranja justifican este paso atrás "porque no se puede subir de categoría a todo un cuerpo de funcionarios, ya que hay unos procedimientos establecidos para hacerlo". Poco más o menos el argumento que también ha utilizado la asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) para reclamar la retirada de la enmienda que defiende esa promoción automática. "El acceso a la Función Pública debe cumplir los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad. El sistema actual garantiza escrupulosamente el respeto a dichos principios mediante la exigencia de superación de unas pruebas selectivas que son distintas en el acceso al Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado y del Cuerpo Técnica de Hacienda", subrayaban en un comunicado emitido al respecto.
A la batalla contra la enmienda, que ha desencadenado una tremenda polvareda en el seno de la Agencia Tributaria y un encontronazo entre dos colectivos que suponen casi la mitad de la plantilla del organismo, el de inspectores de Hacienda y el de Técnicos de Hacienda, se ha sumado la federación que aglutina a todos los cuerpos superiores de la Administración, Fedeca, que ve la enmienda como un ataque a los principios de mérito y capacidad que deben regir en el acceso a la Administración y en la promoción dentro de la misma y que, según un comunicado, "tiene por fin crear el Cuerpo Superior de Técnicos de Hacienda, reconvirtiendo por vía legislativa un cuerpo de funcionarios de carrera A2 que pasarían a ser funcionarios de carrera A1".
La retirada de la enmienda por parte de Ciudadanos no pone sin embargo fin al proceso, ya que ésta también la han planteado otros grupos por JxCAT, Teruel Existe y Mas Madrid a instancias del sindicato más representativo del colectivo, Gestha. Gestha asegura que la promoción profesional de los técnicos de Hacienda permitiría aflorar más de 6.000 millones de euros de fraude fiscal, ya que entiende que las normas internas de la AEAT que impiden al colectivo terminar las investigaciones de los delitos fiscales que detectan, y que concentran la resolución de estos casos en unos pocos jefes de equipo (inspectores de Hacienda), actúan como un cuello de botella y están detrás de la caída en las cifras de denuncias por delito fiscal.
Una maniobra sin precedentes
La justificación de la enmienda de la polémica plantea la creación de ese nuevo cuerpo superior como una medida de fortalecimiento de los recursos de la lucha contra el fraude fiscal y prevé la concentración en ese nuevo cuerpo "de la investigación tributaria de los delitos fiscales y fraudes más abultados" al objeto de incrementar su eficacia.
La asociación de Inspectores de Hacienda, por el contrario, subraya que la conversión de los técnicos de Hacienda en funcionarios de nivel A1 no tendría efecto alguno sobre la composición de los actuales equipos de lucha contra el fraude, ya que tampoco implicaría un incremento de los recursos disponibles en la actualidad, y que lo único que traería consigo sería un incremento del rango salarial del colectivo...y, en su opinión, una mayor "desorganización y desestructuración de la Administración Tributaria".
De telón de fondo, el pulso soterrado que desde hace años mantienen los técnicos de Hacienda y los inspectores de Hacienda, los primeros en defensa de un mayor reconocimiento laboral y salarial a su colectivo; y los segundos en defensa de su posición de liderazgo en la lucha contra el fraude fiscal, que consideran ganada a pulso en una dura oposición. Una tensión que ha estado jalonada de encontronazos como el proceso abierto por Gestha contra los pluses de productividad instaurados en la era de Cristóbal Montoro para la plantilla de la Agencia Tributaria y que desembocaron en una sentencia del Supremo que cuestionó el reparto arbitrario de una parte de esos pluses, especialmente entre los inspectores de Hacienda, el colectivo más beneficiado por estos premios a la productividad.
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