Empleo

Claves de la nueva Ley de FP: nuevos grados y más prácticas en las empresas

El objetivo de la misma es atajar el paro juvenil del país y fomentar la acreditación de las competencias profesionales, ya que el 48% de la población activa no las tiene reconocidas.

Estudiantes de FP.
Estudiantes de FP.
Pxhere.

Durante el día de ayer, el Pleno del Congreso avaló por mayoría absoluta la nueva Ley Orgánica de Formación Profesional (FP). Lo cierto es que la idea del Gobierno es que se convirtiera en la primera ley de este tipo aprobada sin ningún voto en contra; unas aspiraciones que, finalmente, ha truncado el Partido Popular. Sea como fuere, el proyecto supone una profunda reforma del sistema formativo de educación y de empleo. El objetivo no es otro que atajar el paro juvenil del país y fomentar la acreditación de las competencias profesionales, ya que el 48% de la población activa no las tiene reconocidas. 

Con esta Ley cualquier estudiante, trabajador o desempleado tendrá acceso a un novedoso sistema de grados de formación que se pueden ir acumulando. En este sentido, el modelo permitirá ascender por un continuo de formación y obtener sucesivas acreditaciones y titulaciones de mayor nivel, lo que posibilitará que una persona programe su propio itinerario formativo y encontrar lo que, para cada caso, y en cada momento de su vida, le resulte más adecuado a sus circunstancias, expectativas y necesidades. Veamos de forma más concreta, algunas de las claves de la nueva Ley FP. 

Grados de formación

La nueva ley establece los siguientes grados formativos:

  • Grado A: acreditación parcial de competencia
  • B: certificación de competencia
  • C: Certificado de Profesionalidad
  • D: Ciclos Formativos de FP
  • E: Cursos de Especialización (máster).

A partir del nivel C se generalizará la FP dual de modo que los estudiantes tengan una mayor carga práctica en la empresa. Así, todos aquellos que alcancen un Certificado o título de Grado C y D pasarán por la empresa durante su formación. Habrá dos tipos (general y avanzada) en función de la duración del periodo en la empresa; los resultados de aprendizaje asumidos por la empresa y si hay o no relación contractual. En la primera, la duración oscilará entre un 25 y 35% de la duración de la formación, y en la segunda será de entre un 35 y 50% y habrá contrato.

Conexión con la universidad

La nueva norma regulará la relación entre las enseñanzas de FP y las universitarias, facilitando el diseño de itinerarios que permitan transitar sin obstáculos entre los dos sistemas y en ambos sentidos. El texto contempla el impulso a nuevos modelos de colaboración, proyectos compartidos, o el intercambio de recursos y espacios para generar transferencia de conocimiento y la puesta en común de buenas prácticas.

Orientación profesional

La ley contempla el acompañamiento durante la formación o para aquellos que se replanteen su carrera. Habrá unidades de orientación profesional a los que podrá ir cualquier ciudadano. En cuanto a los centros, las dos redes hasta ahora independientes, la del sistema educativo y los centros y entidades autorizadas para la Formación Profesional para el empleo, serán complementarias. Todos estarán inscritos en el Registro Estatal de Centros de Formación Profesional.

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