La CNMV ha decidido mojarse en la crisis catalana. Algo lógico cuando el índice español se desmarca de la buena evolución de sus homólogos europeos, como es el caso del Dax, que cotiza en zona de máximos históricos.
La crisis catalana está suponiendo un fuerte freno para el Ibex 35 desde que se celebrara el referéndum ilegal del 1-O. Por ejemplo, desde dicha fecha el selectivo español retrocede en torno a un 2% mientras que el índice alemán avanza un 1,5%.
La situación parece haber sido tenida en cuenta por la CNMV. En su última Nota de Estabilidad Financiera, publicada en el día de hoy, ha advertido que "sí se observa un comportamiento divergente entre
la evolución de los mercados financieros nacionales y la de otros mercados europeos, que evidencia el aumento de la incertidumbre relacionada con factores domésticos".
Además, el organismo ha ido mucho más allá al señalar en dicho documento que "a medio plazo, la prolongación de esta crisis puede tener consecuencias notables sobre los mercados y la actividad económica".
El mundo financiero no será ajeno a esta tensión. "En los mercados se puede producir un endurecimiento de las condiciones de financiación de los agentes y una pérdida de confianza que den lugar a descensos de las cotizaciones y a rebrotes puntuales de la volatilidad".
Las cuentas de resultados de las compañías en los próximos trimestres también podrían resentirse, sobre todo en aquellas con menor presencia en el exterior. La CNMV ha señalado que "existen algunos indicadores que muestran ya revisiones a la baja en los beneficios esperados por acción de varias sociedades cotizadas durante los próximos doce meses. En este escenario es posible que algunos proyectos de inversión puedan verse retrasados o, incluso, suspendidos".
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