Comercio en la agenda de Rousseff y Bachelet, dos presidentas en dificultades

  • La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, inició este viernes una visita de dos días a Chile para reunirse con su homóloga Michelle Bachelet con el fin de fortalecer la cooperación en un momento en que ambas mandatarias enfrentan problemas internos por culpa de la corrupción en un contexto económico difícil.

Este es el primer viaje de Rousseff durante el segundo mandato de su homóloga chilena. Además de compartir ideología y sensibilidad por los temas sociales, así como pasado por la lucha de las libertades -ambas sufrieron torturas durante las dictaduras de Brasil y Chile- comparten dificultades en casa por un mismo causante: la corrupción.

Rousseff enfrenta un pedido de impeachment, mientras que la popularidad de Bachelet se ha volatilizado por un caso de corrupción que salpica a su nuera Natalia Compagnon.

Dificultades políticas aparte, esta visita preparada a última hora, pretende reforzar la cooperación entre los dos países, en particular en materia de infraestructuras, y ampliar los acuerdos económicos a áreas como los servicios financieros y las compras gubernamentales.

"Queremos hacer un acuerdo sobre compras gubernamentales no sólo con Chile, también estamos viendo con Perú y posiblemente con México", dijo el subsecretario general de América del Sur, Central y de Caribe del ministerio de Relaciones Exteriores brasileño a la prensa, Paulo Estivallet de Mesquita.

Un acuerdo de este tipo permitiría que las empresas chilenas pudieran concurrir en las licitaciones públicas en Brasil hasta ahora limitadas a las brasileñas.

Asimismo, Brasil quiere impulsar con Chile un acuerdo sobre servicios financieros, como ya ha hecho con México y Colombia, que complemente el acuerdo de cooperación existente entre los dos países, a los que une una "amistad sin límites", según un viejo eslogan.

Durante esta visita no se firmará ningún acuerdo en particular, pero las dos mandatarias pretenden dar un espaldarazo a la construcción de corredores bioceánicos, donde al igual que en las conexiones aéreas existe un "cierto atraso" en la negociación, como admitió el diplomático.

Uno de estos corredores uniría Mato Grosso do Sul con el norte de Chile.

A las infraestructuras se suma también la necesidad de medidas para "facilitar el comercio", porque de nada sirven aquéllas si las mercancías se eternizan en las fronteras a la espera de cumplir engorrosos trámites burocráticos.

Rousseff y su anfitriona chilena darán "la dirección de lo que los dos países tienen que hacer", dijo Estivallet de Mesquita.

Además de la sintonía de las dos mandatarias socialistas, Brasil y Chile mantienen posiciones similares en multitud de asuntos de la agenda internacional, tanto en materia de drogas o derechos humanos, como en la ONU, Haití, donde participan en la fuerza de pacificación, o en el proceso de paz de Colombia.

Brasil es el principal destino de los inversores chilenos en el exterior, lo que le ha convertido en el 4º mayor inversor extranjero en el gigante sudamericano, con un monto acumulado de 26.187 millones de dólares, equivalente a un 26,2% del total nacional, de acuerdo a datos oficiales chilenos.

Chile, por su parte, es el segundo principal destino para las exportaciones brasileñas en Sudámerica.

"Brasil se mantiene como un mercado atractivo y confiable para el inversionista extranjero", afirmó Rousseff en una entrevista concedida al diario El Mercurio de Santiago, en el marco de la visita a Santiago, la primera desde que Bachelet asumió el mando en marzo de 2014.

La caída de los precios de las materias primas, que durante una década cimentaron el crecimiento no solo de Brasil y Chile sino de la mayoría de los países latinoamericanos, también está golpeando fuertemente a sus respectivas economías, aunque de manera desigual.

Mientras la economía brasileña se habría contraído un 3,8% el año pasado y espera para 2016 una caída del 2,9% del PIB, la chilena creció en 2015 apenas en torno al 2%, socavada por la caída de los precios del cobre, su principal exportación, lo que obligará al ejecutivo de Bachelet a hacer ajustes.

af/pa/fj

Mostrar comentarios