Informe anual de la OMC

El comercio global aguanta el envite del Covid y crecerá un 10,8% durante 2021

La Organización Mundial de Comercio resalta esta subida en comparación a la reducción del 5,3% en 2020 aunque advierte de la recuperación desigual entre regiones y el cambio climático como riesgos futuros.

La directora general de la Organización Internacional del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala
El comercio global aguanta el envite del Covid y crecerá un 10,8% durante 2021.
DPA vía Europa Press.

Los efectos de la pandemia han dañado menos de lo esperado el Comercio internacional, el cual ha mostrado una mayor resistencia de lo esperado frente al "shock" derivado del coronavirus, según asegura la Organización Mundial del Comercio (OMC) en su informe anual, pues después de que se interrumpieran en un primer momento los flujos comerciales, las cadenas de suministro fueron capaces de adaptarse rápidamente.

Así, las transacciones a nivel global se estima que crezcan un 10,8% este año, en base a una de las actualizaciones de las previsiones elaboradas por la OMC, después de que el comercio cayera un 5,3% en 2020. No obstante, la organización advirtió de que este positivismo mostrado no oculta una recuperación desigual entre las regiones, además de tensiones en las cadenas globales de suministro.

Si se atiende a las proyecciones de la OMC, el producto interior bruto (PIB) global, que el pasado año cayó un 3,5% según cifras del Banco Mundial, crecerá un 5,3% a lo largo de este año, gracias en gran medida a la recuperación del comercio de bienes, el cual se prevé que aumente en un 8%, aunque como nota negativa el comercio de servicios se mantendrá deprimido, con foco particular en el turismo.

El cambio climático pone en riesgo las transacciones

En cuanto al comercio internacional, el economista perteneciente a la OMC y uno de los autores del informe, José Antonio Monteiro, señaló que el cambio climático se ha erigido sin duda en un factor de riesgo para los intercambios comerciales por el aumento de la frecuencia, intensidad y duración de los desastres naturales, mientras que los riesgos relacionados con accidentes tecnológicos o industriales se ha reducido. A su vez, también ha resaltado que el mayor cambio que ha coincidido con la pandemia ha sido la mayor incidencia de ciberataques y fraudes relacionados con datos, algo que los especialistas creen que seguirá en aumento.

Por otra parte, el economista también ha querido resaltar que el aumento de la desigualdad, de la fragilidad de la economía y las incertidumbres políticas crecientes junto a las tensiones geopolíticas aumentan el riesgo de conflictos y violencia, con potenciales repercusiones en el comercio. Además, según la OMC, hay una tendencia a mirar estos riesgos de forma separada, pero Monteiro advierte de que en la medida en que pueden interactuar entre ellos se puede generar "un efecto cascada".

La desigualdad regional se acentúa

El análisis también constata que las turbulencias económicas del periodo de la pandemia han tenido un mayor impacto en los países en desarrollo, en particular en las países más pobres y pequeños. Una de las razones de esto, según la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, ha sido la fuerte desigualdad en la distribución de las vacunas contra la Covid, pues de los 7.300 millones de dosis administradas hasta ahora, "sólo 0,6% han ido a la gente en los países más pobres, donde vive el 10% de la población mundial, y esta situación hace que la recuperación económica sea frágil, por la amenaza de nuevas variantes". Okongo-Iweala indicó que es hora de utilizar "todo el poder del comercio para acelerar la producción y distribución de vacunas que se necesitan para terminar con esta pandemia".

 

La responsable de la OMC también ha tenido declaraciones sobre el cambio climático, en las cuales ha sostenido que  aunque los países tomen medidas para preservar sus cadenas de suministros de los shocks exteriores, este problema está produciendo el efecto contrario, poniendo por ejemplo la producción agrícola de un país a la merced de los fenómenos meteorológicos extremos. "La posibilidad de importar es un factor de resistencia importante para que las economías afronten la ruptura de suministros en sectores específicos, y por esta razón es que la integración comercial está asociada con una bajada de la volatilidad económica", recalcó Okongo-Iweala. 

El mundo se está enfrentando desde hace semanas a problemas en las cadenas de suministros globales tras la crisis provocada por la pandemia, y esto justamente en medio de un alza importante de la demanda por parte de los consumidores. Esta situación ha llevado a que el último índice de confianza que elabora trimestralmente la OMC, haya bajado después de continuas subidas. El Barómetro de Mercancías, que por debajo de 100 puntos denota contracción en el comercio global, se situó este lunes en 99,5 puntos, lo que indica un freno en el crecimiento de los intercambios, después de 103,9 puntos en febrero, 109,7 en mayo y 110,4 en agosto.

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