La guerra Rubiales-Tebas pone en riesgo el maná de la televisión en el fútbol

  • Si no se jugase los viernes y los lunes los clubes perderían el 30% de sus ingresos por TV. Muchos serían inviables.
Imagen de un encuentro entre el Real Madrid y el Atlético. / EFE
Imagen de un encuentro entre el Real Madrid y el Atlético. / EFE

Cuando el árbitro Carlos Del Cerro Grande ha dado este viernes en San Mamés el pitido inicial al partido Athletic Club de Bilbao-F.C. Barcelona también ha dado el pistoletazo de salida a una de las competiciones deportivas más importantes del mundo: LaLiga Santander. Y no solo en el plano deportivo, sino sobre todo en la vertiente económica. Veinte clubes; 500 futbolistas con un valor de mercado de más de 6.000 millones de euros; unos ingresos anuales que rondan los 5.000 millones; unos derechos televisivos de 2.100 millones; un gasto récord en fichajes de 1.268 millones desde que se abrió el mercado el uno de julio; más de 10 millones de espectadores en los estadios en la temporada 2018-2019. Messi, Hazard, Joao Félix, Griezman, Sergio Ramos, Busquets, Luis Suárez, Diego Costa, Parejo, Iago Aspas, Benzema, De Jong, Oblak, Guedes, Saúl, Courtois Zidane, Valverde, Marcelino, Lopetegui…

Según los datos de la propia Liga de Fútbol Profesional, los clubs españoles crean una industria del fútbol que genera un impacto en la actividad económica equivalente al 1,40% del PIB nacional y emplea de forma directa o indirecta al 1% de la población activa, cerca de 185.000 personas. A todo ello hay que añadir los más de 4.000 millones de euros con los que el fútbol profesional contribuye con sus impuestos a las arcas del Estado. Un modelo económico de éxito que está en peligro por la guerra declarada entre el Presidente de la LFP, Javier Tebas y el de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales. La guerra de los horarios entre ambas instituciones pone en cuestión la principal fuente de financiación del fútbol profesional, los ingresos televisivos, por el que LaLiga ingresará entre 2019 y 2022, 2.100 millones de euros por temporada, un 40% de sus ingresos totales.

El primer asalto de la RFEF y la LFP sobre los horarios de los partidos –la Federación de Rubiales quiere prohibir los partidos de los viernes y los lunes en defensa, dicen, de los aficionados- se dirimió el pasado 7 de agosto en el juzgado nº2 de lo Mercantil de Madrid que, en una decisión con tintes de salomónica del juez Andrés Sánchez Magro, estimó parcialmente las medidas cautelares solicitadas por los clubes profesionales contra la decisión de la RFEF de prohibir el fútbol los viernes y los lunes. De momento, sí a los viernes y no a los lunes. Una decisión que fue tomada como “un gran triunfo” por los acólitos de Rubiales y como “un disparo en nuestra línea de flotación económica” por los clubes profesionales, que estiman entre 200 y 300 millones de euros el perjuicio económico de que no haya fútbol el primer día de la semana. 

Jaume Roures, presidente de Mediapro, junto a Movistar -tenedora de los derechos televisivos de LaLiga- fue muy claro al estimar en la propia vista judicial que “si no hubiese fútbol los viernes y los lunes calculo que los operadores podrían pagar un 30% menos de lo negociado", o sea: 1.500 millones frente a los 2.100 acordados.

De momento, el resto de operadores televisivos no se ha manifestado, pero fuentes del sector aseguran que si la situación no se arregla solicitarán indemnizaciones a los clubes al no cumplirse las condiciones de explotación pactadas o pedirán una rebaja en lo que pagan por los derechos, como hará el gremio de hostelería, que paga 160 millones anuales por ofrecer los partidos a sus clientes y ahora vería reducida su oferta en dos días al solo poder dar partidos los sábados y domingos. LaLiga, por su parte, se comprometió a “garantizar a los operadores de televisión, nacionales e internacionales, diez bandas horarias diferentes, sin solapar, en LaLiga Santander, consiguiendo con ello satisfacer a la mayoría de los aficionados nacionales e internacionales, los que acuden al estadio y los que pagan su abono a las diferentes plataformas televisivas”. Pero el miedo existe y el ‘maná’ de la televisión está en peligro en el fútbol español cuando la mayoría de los clubes, sobre todo los más modestos, ha hecho de los ingresos por las retransmisiones televisivas su mayor fuente de ingresos, que en algunos casos, como los del Getafe, Leganés, Alavés, Eibar, Osasuna o Celta, supone casi el 90% de sus presupuestos.

Miguel Ángel Gil, consejero delegado del Atlético de Madrid; José Castro, presidente del Sevilla FC; Francisco Catalán, presidente del Levante UD y Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz CD, se han convertido en los portavoces de los clubes en un asunto que según ellos “invade las competencias de LaLiga por parte de la Federación” y es “un ataque frontal a los clubes”. Los clubes explican que los derechos audiovisuales permiten que “que no haya que subir los abonos a los aficionados y que se pueda mantener o bajar el precio de los mismos” y que “se han adquirido unos compromisos con los operadores a nivel mundial y nacional y no se pueden cambiar las reglas del juego de un día para otro, porque esto puede repercutir gravemente en la salud económica de los clubes y, sobre todo, en la credibilidad como liga, que nos repercute a los clubes muy directamente, porque después de mucho tiempo hemos conseguido ser respetados interna y externamente”.

Los clubes de LaLiga tienen un pasivo financiero que no llega a los 800 millones, una cifra muy asumible con unos ingresos globales de 5.000 millones, y han logrado reducir la deuda con Hacienda y la Seguridad Social, que pretenden dejar totalmente saldada en 2020, de los 700 millones de euros de 2013 a los apenas 45 actuales. Los clubes hablan de que han pasado de la situación de “hace algunos años, en los que muchos de los clubes estaban en concurso de acreedores, con deudas a los jugadores y ahora somos la mejor liga del mundo”, con permiso de La Premier, “y debemos seguir siéndolo”. El presidente del Villarreal, Fernando Roig, ha sido muy claro, “cambiar las reglas del juego como pretende la Federación y así no poder cumplir con nuestros contratos televisivos sería un desastre y una ruina para los clubes… Y en general para todo el fútbol español”.

La RFEF dice, por su parte, que las competencias sobre los horarios son suyas y que estaban cedidas a LaLiga por el anterior presidente, Ángel María Villar, que había firmado diferentes convenios con la LFP por los que cedía esas competencias. El pasado mes de junio no se llegó a acuerdo alguno entre ambas Instituciones cuando la Federación, al final todo es cuestión de dinero, pedía 33 millones de euros para que se jugara los viernes y que se fueran reduciendo poco a poco los partidos de los lunes, hasta uno cada cuatro jornadas, como pasa en Inglaterra.

Para hacernos una idea de lo que suponen para los clubes españoles los ingresos por TV, ahora en peligro, hay que ver el reparto de los mismos y su peso en los presupuestos de los equipos. La referencia hay que tomarla en la pasada temporada, la última con cifra oficiales, y tener en cuenta que los ingresos globales de la temporada actual debían de pasar, teóricamente, de 1.600 a 2.100 millones de euros. Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid fueron los más beneficiados por el dinero de las televisiones con 154, 148 y 110,6 millones y sus ingresos totales fueron, respectivamente, de 924, 809 y 407 por lo que la TV supuso para Barça, Real Madrid y Atlético el 15%, 20% y 25% de sus ingresos totales. Si observamos la situación de clubes de tamaño medio, el Sevilla, el Athletic de Bilbao y el Villarreal ingresaros 200, 189 y 136 millones, de los que 74, 73 y 65 llegaron de las televisiones -todos ellos, por tanto, en el entorno del 40%-.

Pero si hacemos caso a los clubes más modestos, queda claro que su supervivencia depende de la TV, de donde les llega entre un 80 y un 90% del dinero que llega a sus arcas para pagar a sus futbolistas. El Alavés, por ejemplo, ganó con la televisión un total de 46 millones de euros de un total de 63; el Getafe 45 de 58, el Leganés 43 de 53 y el Eibar 46 millones del total de 52 que ingresó, el 90 de todos sus ingresos. Por ejemplo, un recién ascendido como el Club Atlético Osasuna, uno de los cuatro clubes junto al Athletic, Barça y Real Madrid que no es sociedad anónima, y que ha sido de los grandes animadores del mercado de verano haciendo la mayor inversión de su historia en fichajes, 14 millones, tendrá para esta temporada según lo aprobado por sus socios en junio, un presupuesto de 60 millones y unos ingresos televisivos de unos 50 millones, más del 90%. 

El jugador argentino del FC Barcelona, Leo Messi, tras recibir el trofeo que les acredita campeones de Liga. /EFE
El jugador del FC Barcelona, Leo Messi, tras recibir el trofeo de campeones de Liga. /EFE

Si analizamos la estructura de ingresos de un club modesto como el Leganés, nos damos cuenta de que lo ‘mollar’ en sus ingresos es la TV, mucho más que la venta de entradas y abonos o el marketing, publicidad y comercialización de sus productos. El Leganés, con un presupuesto de 53 millones, ingresa por TV 43,1 millones de euros, según sus cuentas auditadas de la temporada 2017-2018, frente a 1,8 millones por la venta de abonos a los socios; 3,9 por marketing y venta de camisetas y otros productos y 2,8 por publicidad. Al popular ‘Lega’, y lo mismo sucede con más de la mitad de los equipos de LaLiga, "lo matarían" si le disminuyesen sus ingresos por la televisión, asegura un dirigente.

"Nosotros competimos contra otros mercados de ocio que no tienen que ver con el fútbol”, explica el máximo mandatario de Mediapro, Jaume Roures, y "que haya partidos los cuatro días, esto es el viernes, sábado, domingo y lunes permite equiparar la audiencia de los bares con la de los hogares. De esa forma crecemos los operadores y el fútbol español. Además, que se juegue los lunes o viernes es bueno para fidelizar a los aficionados, porque el aficionado no es solo el que va al estadio, es también el que ve el fútbol desde la televisión", sentencia.

“En base a sus competencias LaLiga ha suscrito acuerdos con canales de televisión que contemplan disputar partidos viernes, sábado, domingo y lunes y en base a esos contratos todos los clubes hemos contraído compromisos con los jugadores y otros clubes y sin percibir el dinero por los contratos que hemos suscrito los clubes podemos dejar de pagar parte de los contratos suscritos y de cumplir los compromisos con jugadores y técnicos”, explicaba hace unos días la cabeza visible del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil, erigido en portavoz de los clubes. El presidente del Sevilla, Pepe Castro, pone también en valor que gracias a la televisión se ha logrado que a los abonados de los clubes no haya que subirles los abonos y se les pueda bajar o al menos mantenerlos, y todo eso es a consecuencia de los derechos televisivos, y estamos realmente preocupados porque puedan mermarse esos derechos, que son totalmente necesarios para poder seguir creciendo como liga en el fútbol mundial”.

Si menguan los derechos de TV “a los socios habrá que subirles del carnet un 300%”, asegura otro presidente. Rubiales contra Tebas. RFEF contra LFP ¿LaLiga, la mejor del mundo? El técnico de la SD Eibar, José Luis Mendilibar, ha sido muy claro: "la Liga española es el hazmerreír de todo el mundo por el tema del conflicto de los horarios. Podemos tener los mejores futbolistas y los mejores equipos, pero organizativamente tenemos mucho que aprender. Alguno lo entenderá porque no protesta ni Dios. Se dice que los clubes, como reciben el dinero, deben estar de acuerdo con todo. El fútbol no es así. La vida no es así. Es muy malo que sea así". Palabra de Mendilibar.

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