Tras la ayuda de 56,3 millones 

Bruselas pone el foco en la legalidad del veto a la importación del grano de Ucrania

Eslovaquia se une a Hungría y Polonia y suspende desde este lunes las importaciones de productos agrícolas de Ucrania, que ya el sábado habían anunciado la misma medida para proteger el mercado local.

La CE pone el foco en la legalidad del veto a las importaciones de grano ucraniano
La CE pone el foco en la legalidad del veto a las importaciones de grano ucraniano
PEXELS

La Comisión Europea examina si el veto temporal anunciado por Polonia y Hungría a las importaciones de grano y otros productos agroalimentarios procedentes de Ucrania es legal, para lo que ha solicitado más información a las autoridades pertinentes, aunque ha subrayado que la política comercial es competencia exclusiva de la Unión Europea y que, por lo tanto, las acciones unilaterales "no son aceptables".

Este lunes durante la rueda de prensa, la portavoz de Agricultura del Ejecutivo comunitario, Miriam García Ferrer, ha afirmado que "no conocemos bien el fundamento jurídico de tales medidas, pero por supuesto estamos en contacto con las autoridades para tratar de entenderlas", tras el veto anunciado por los gobiernos polaco y húngaro de vetar el cereal ucraniano hasta el 30 de junio.

Desde que Bruselas propuso el pasado mes de febrero extender un año más la suspensión de los aranceles a las importaciones de Ucrania, a fin de mantener el apoyo de la UE a Kiev ante la situación de los productores y exportadores ucranianos debido a la agresión de Rusia.

Preocupación por la agricultura

No obstante, los líderes de los Estados miembro colindantes y principales afectados por el volumen de importaciones ucranianas; Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia solicitaron al Ejecutivo comunitario la reintroducción de aranceles para paliar sus pérdidas, aunque un mes después de esta petición el ministro de Agricultura de Hungría, István Nagy, criticaba la "ausencia de medidas efectivas de la UE".

Esta preocupación ya la planteó también el conjunto de los 27 tras su reunión del pasado 30 de enero, en la que los países de la UE pidieron a Bruselas estudiar posibles medidas para ayudar a los Estados miembro más afectados por lo que tacharon de "exceso" de importaciones agrícolas y ganaderas de Ucrania.

La solicitud derivó en la activación de una ayuda de 56,3 millones de euros financiados por la reserva agrícola para los agricultores búlgaros, polacos y rumanos, mientras que ahora la Comisión ultima nuevas medidas de apoyo a los países más afectados, entre las que se plantea incluir a productores de Hungría y Eslovaquia, según han avanzado fuentes diplomáticas a Europa Press.

Eslovaquia se suma a Hungría y Polonia

Eslovaquia ha suspendido este lunes las importaciones de productos agrícolas de Ucrania, sumándose a Hungría y Polonia, que ya el sábado habían anunciado la misma medida para proteger el mercado local. Según informaron fuentes gubernamentales al diario Právda, esta prohibición de importaciones es temporal y cautelar, y se adopta a pesar de que la Comisión Europea ha criticado las decisiones "unilaterales" que habían adoptado Varsovia y Budapest.

Los productos ucranianos cuya entrada es vetada son cereales, azúcar, semillas, forraje seco, lúpulo, lino, cáñamo, fruta y verduras, productos procesados de fruta y vegetales, vino, alcohol etílico de origen agrícola, miel y productos de la abejas. El Ejecutivo de Bratislava decretó hoy esta medida extraordinaria para impedir que la mercancía ucraniana distorsione los precios en el mercado nacional.

La capital ya actuó la semana pasada

Bratislava ya había manifestado preocupación por el impacto desestabilizador que estaba teniendo la creciente presencia en el mercado nacional de productos ucranianos a precios considerablemente más baratos que los que pueden ofrecer los agricultores eslovacos.

Además, por razones sanitarias, la semana pasada el país centroeuropeo prohibió por comerciar y moler el trigo ucraniano, tanto para consumo humano como animal. Esa medida se anunció después de que la administración Estatal Veterinaria y de Alimentos informara de que había detectado en un molino harinero del sur del país una partida de 1.500 toneladas de trigo ucraniano que no reunían las condiciones sanitarias para salir al mercado, según un comunicado del Ministerio de Agricultura.

Con anterioridad, Eslovaquia había decretado que se precintaran los contenedores de cereal en tránsito, para evitar que acabaran en el mercado local, una medida que ahora se ha intensificado.

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