"Instrumento de solvencia"

La CE propondrá que la UE apoye la recapitalización de empresas tras el virus

Sánchez y Von der Leyen en Moncloa / EFE
Sánchez y Von der Leyen en Moncloa / EFE

La Comisión Europea (CE) propondrá crear un "instrumento de solvencia" para apoyar con fondos de la Unión Europea la recapitalización de empresas en los países más afectados por la Covid-19, con el fin de evitar una brecha entre compañías en función de la capacidad de sus Estados para darles subvenciones.

La vicepresidenta del Ejecutivo comunitario y responsable de Competencia, Margrethe Vestager, confirmó este lunes que la propuesta formará parte del plan de recuperación que presentará la Comisión el miércoles, que constará de dos elementos: una nueva propuesta para el próximo presupuesto plurianual 2021-2017 y una iniciativa para crear un fondo de recuperación post-pandemia.

"Esta herramienta ayudará a completar las necesidades de recapitalización de empresas que de otro modo estarían sanas, pero se han visto en riesgo por el confinamiento. Esto estará dirigido a los Estados miembros más necesitados", dijo Vestager ante la comisión de Economía de la Eurocámara, sin adelantar los detalles del mecanismo.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ya avanzó ante el Parlamento que esta herramienta formaría parte en concreto del segundo pilar del fondo de recuperación, que se centrará en el apoyo al sector privado. Fuentes comunitarias explicaban hace unos días que este pilar se llevará entre un 10% y un 15% del total del fondo de recuperación, cuyo montante aún no se ha precisado, y que el instrumento de solvencia no contempla que la Comisión entre en el capital de las empresas.

La idea es que proporcione avales para cubrir parte del riesgo que asume el Banco Europeo de Inversiones en algunos proyectos, indicaron. Vestager incidió en que esta herramienta, junto al futuro presupuesto comunitario, serán necesarios para "asegurar que esta crisis simétrica no se convierte en un choque asimétrico en detrimento de los Estados con menos posibilidades para ayudar a sus empresas".

Bruselas ha flexibilizado sus reglas de ayudas de Estado a raíz de la pandemia para que los países puedan ayudar a sus empresas a seguir a flote concediendo subsidios que en circunstancias normales habrían sido ilegales, pero las diferencias en el apoyo que puede prestar cada Estado son enormes. Según indicó Vestager, de los 2,1 billones de ayudas de Estado aprobadas hasta ahora por Bruselas, el 47% son de Alemania, el 18% de Italia, el 16% de Francia, algo más del 4% de España, casi el 4% de Reino Unido; y en torno a un 2,5% de Polonia y Hungría, mientras que el resto de países no llegan al 1,5%. Esta brecha podría hacer que compañías poco saneadas de países ricos salgan de la crisis en mejores condiciones para competir que empresas con una situación más sólida pero con sede en un país pobre.

Vetager argumentó que, en cualquier caso, Bruselas verifica que las ayudas sean "proporcionales" a las necesidades generadas por la pandemia antes de dar luz verde, así como que se han impuesto condiciones, en particular para las recapitalizaciones con dinero público. En concreto, las empresas beneficiarias de esta ayuda no podrán distribuir dividendos, pagar bonus a sus directivos o llevar a cabo recompras de acciones.

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