Cómo ahorrar dinero para dejar de trabajar y vivir de rentas

Se acaba el año 2019 y empieza un 2020 cargado de nuevos propósitos. Hay quienes, probablemente, después de muchos intentos, consigan dejar de fumar o hay muchos otros que intentarán ir al gimnasio y ponerse en forma. Algunos lo conseguirán, otros, sin embargo, tendrán que volver a intentarlo año tras año, hasta que llegue la definitiva.

Estos son solo algunos de los propósitos más comunes que nos marcamos los españoles con el inicio del nuevo año. Pero no son los únicos. Suele haber un propósito que está presente en prácticamente todas las familias: el ahorro. ¿Quién no anhela con ahorrar una cantidad tan grande que en algún momento le permita dejar de trabajar?

Aunque está claro que no todo el mundo parte del mismo nivel económico, es posible alcanzar la conocida como "libertad financiera" si nos lo proponemos; es decir, la posibilidad de tener varias fuentes de ingresos que nos permitan ahorrar y elegir si, en un determinado momento, queremos seguir trabajando o disfrutar de nuestros ingresos sin preocupaciones.

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Para ello, tal y como asegura Esmeralda Gómez, autora del libro. Tu llave a la libertad financiera en el podcast ‘Finect Talks’, lo más recomendable es "ser estructurado, metódico, diversificar las fuentes de ingresos, cubrir riesgos y, sobre todo, aprender a ahorrar" si lo que se busca es conseguir "vivir de las rentas" en el futuro.

Uno de los primeros propósitos que plantea Gómez es el relacionado con nuestra economía personal. Y es que para poder empezar a ahorrar lo primordial será analizar cuál es nuestro patrimonio neto de partida, es decir, hacer un análisis entre lo que hemos gastado a lo largo de 2019 y lo que hemos ingresado.

Estas cifras nos permitirán tomar decisiones, como por ejemplo, reducir aquellos gastos que consideramos innecesarios o analizar si estamos pagando recibos cuyo importe es posible reducir cambiándonos de compañía.

Otro de los propósitos que puede ayudarnos a ser libres financieramente es el de diversificar nuestras fuentes de ingresos, es decir, no depender nunca de un único pagador. En este caso, si una persona ya parte de un patrimonio elevado, podrá diversificar sus ingresos a través de la inversión.

Quienes no cuenten con demasiados ahorros, tendrán que buscar alternativas para no depender de una única fuente, ya que si, en un momento dado, esta fuente falla se corre el riesgo de perder ese plan de ahorro. De este modo, una vez contemos con un pequeño colchón, será posible diversificar nuestros ahorros invirtiendo. Por ejemplo, en planes de pensiones, fondos de inversión, acciones de bolsa con una buena política de reparto de dividendos o vivienda para alquilar entre otros.

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El tiempo importa. Y cuando se trata de ahorrar para el futuro mucho más. En todo ello influye especialmente el interés compuesto a la hora de invertir. Y es que si destinamos una parte de nuestro ahorro a la inversión y se va ganando año tras año un pequeño porcentaje, nuestro patrimonio se irá haciendo cada vez mayor, ya que los intereses se irán generando sobre una suma de dinero cada día más elevada.

De este modo, si una persona con un perfil moderado parte con un ahorro de 1.000 euros y va aportando 200 euros al mes a la inversión, en 20 años podrá tener más de 92.000, euros, según los cálculos de la herramienta de inversión a largo plazo de Finect y La Información. Esta cifra se podría incrementar hasta los 190.000 euros en 30 años y hasta los 352.000 en 40 años.

Otro de los propósitos a los que hace mención Gómez es al del riesgo. Y es que si tenemos un gran patrimonio o un colchón de ahorro no cubierto o garantizado ante una eventual crisis o un problema de liquidez en nuestra entidad bancaria, corremos el riesgo de perderlo todo.

"Hay que anticiparse a todo lo que pueda pasar y tomar decisiones. Es muy importante diversificar inversiones, tener todo claro en caso de que tengamos socios o estar seguros de que nuestros ahorros están cubiertos y en qué cantidad", apunta la experta.