En intereses o comisiones

Claves para ahorrar en la hipoteca: atención al interés y las comisiones

Tener un buen interés no asegura pagar poco por uno de estos préstamos, pues hay otros aspectos que pueden aumentar su precio. 

La firma de una hipoteca.
Claves para ahorrar en la hipoteca: atención al interés y las comisiones
Imagen de VisionPics en Pixabay.

Para quien se lo pueda permitir, este es un buen momento para financiar la compra de una vivienda. Y es que los bancos españoles, que necesitan ganar dinero para mejorar una rentabilidad lastrada por la crisis del coronavirus, comercializan hipotecas muy atractivas con tipos que rondan mínimos históricos. 

Aun así, desde el comparador HelpMyCash.com recuerdan que tener un buen interés no asegura pagar poco por uno de estos préstamos, pues hay otros aspectos que pueden aumentar su precio. Por ello, han elaborado un sencillo manual en el que explican cómo se puede ahorrar el máximo dinero posible en la contratación de una hipoteca.

1. Hay que ajustar el importe y el plazo 

Según este comparador, lo primero en lo que hay que fijarse es en el importe. Los bancos suelen financiar hasta un máximo del 80% del valor de la vivienda, así que hay que tener ahorros para pagar el 20% restante más un 10% adicional para abonar los gastos de compraventa. Sin embargo, si el cliente cuenta con más fondos propios, puede plantearse utilizarlos para rebajar el capital del crédito, pues cuanto menos dinero preste la entidad, menos intereses se generarán.

También es importante elegir un plazo de reembolso adecuado. Si este es más largo, las cuotas serán más bajas, pero al devengarse intereses durante más tiempo, habrá que pagar más a la larga. Por ello, es aconsejable establecer un período de amortización que permita abonar unas cuotas asequibles y que, a la vez, sea relativamente corto (las cuotas nunca deben superar el 35% de lo que se ingresa).

2. El interés tiene que ser atractivo

El tipo de interés es un aspecto fundamental de una hipoteca, pues cuanto más bajo sea, más baratas serán las cuotas por pagar. Por este motivo, es recomendable buscar préstamos que tengan un interés reducido. A tipo variable, actualmente se considera atractivo un interés de menos de euríbor más 1%, mientras que a tipo fijo no debería superar el 1,75% a 20 años o el 1,85% a 30 años.

Dentro del mercado podemos encontrar diversos productos que cumplen esta condición. En el primer grupo destacan la Hipoteca Variable de Kutxabank (desde euríbor más 0,89% por domiciliar la nómina y contratar un seguro de hogar y un plan de pensiones) o la Hipoteca Naranja de ING (desde euríbor más 0,99% por domiciliar ingresos y firmar seguros de hogar y vida). Y en el segundo lo hacen, por ejemplo, la Hipoteca A Un Paso de Ibercaja (1,50% a 20 años a cambio de domiciliar la nómina) o la Hipoteca Fija de Coinc (1,59% a 20 años sin bonificaciones), entre otras.

3. Bonificaciones, las justas

El interés, eso sí, suele estar rebajado (o bonificado) por la contratación de otros productos del banco: seguros, cuentas, tarjetas, planes de pensiones… Estos pueden costar dinero, así que es importante elegir bien los servicios que se firmarán junto a la hipoteca para no pagar más de la cuenta.

En ese sentido, conviene saber que una hipoteca con un interés bajo puede ser más cara que otra con un tipo algo más alto por el mayor precio de los productos adicionales que incluya. En consecuencia, al comparar varias ofertas hay que sacar la calculadora para ver cuál de ellas saldría más barata en conjunto.

4. Mejor sin comisiones

En cuarto lugar, lo ideal es que el préstamo hipotecario contratado no tenga comisión de apertura, pues es un gasto que puede costar cientos o hasta miles de euros al cliente. Es justo decir, no obstante, que la mayoría de los bancos ya no la cobran. Un buen ejemplo de ello es la oferta de Bankia, cuya Hipoteca Sin Comisiones Fija (desde el 1,85% a 30 años por domiciliar la nómina) no incluye este cargo.

Asimismo, si es posible, es recomendable evitar las comisiones por amortización anticipada (por adelantar capital), subrogación (cambiar de banco) o novación (modificar condiciones). Muchas entidades sí las cobran, pero siempre existe la opción de negociar para que no se incluyan en el contrato.

Y una última comisión que poca gente tiene presente es la de mantenimiento de la cuenta para pagar la hipoteca, cuyo coste suele ser de entre 30 y 70 euros al año. Esta se puede evitar mediante la firma de un préstamo que no la incluya, a través de la domiciliación de la nómina (los bancos no la suelen cobrar si se cumple este requisito) o con una negociación con la entidad para que no la cobre.

5. Si el banco paga algún otro gasto, mejor

Finalmente, desde HelpMyCash.com aseguran que hay ciertos bancos que se ofrecen a pagar gastos de constitución que corresponden al cliente, como la tasación o el coste de la verificación registral. El coste conjunto de estas dos partidas no supone un gran desembolso (unos 350 euros de media), pero si la entidad se hace cargo, tanto mejor para el cliente.

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