Incremento de intereses

Las claves para ampliar el plazo de la hipoteca y evitar pagar más en intereses

Foto de archivo: hipotecas
Foto de archivo: hipotecas

Los españoles siguen destinando la mayor parte de su deuda al hogar, supone más del 70% de la misma y, en total, los créditos hipotecarios se situaron en 515.829 millones de euros a finales de año, según datos del Banco de España. De media, la familias españolas pasan 24 años pagando su vivienda más lo intereses por ello, un total que ascendiente, en promedio, a 129.237 euros por vivienda.

La extensa duración de este tipo de préstamos complica la situación financiera de los hogares porque el volumen de ingresos puede cambiar a lo largo del tiempo. Así, ante una bajada importante de la capacidad financiera, muchos hogares optan por ampliar la hipoteca, bien alargando el plazo o bien aumentando el capital. Una opción que, sin embargo, encarecerá aún más el coste del préstamo. Por ello, antes de solicitar esta opción al banco se deben tener en cuenta varios factores.  

En primer lugar, si se decide ampliar el plazo de amortización es importante saber que, pese a que las cuotas serán menores, el coste final que se asumirá siempre será mayor. Esto se debe a los intereses, ya que se está más tiempo pagando y, por tanto, se pagan más intereses

Por ejemplo, ante una hipoteca de 100.000 euros con un tipo de interés del 2,5% si el plazo de amortización es de 20 años se abonará una cuota de 529,90 euros al mes, en total el coste de la hipoteca será de 127.176,69 euros. En cambio, si el plazo de amortización es de 25 años, la cuota será algo menor, 448,62 euros al mes, pero en total suma un coste de 134.585,02 euros. En este ejemplo, el cliente asumiría 7.408,33 euros de más en intereses. 

No obstante, pese a que un mayor plazo supone un mayor coste, es importante ajustar la duración del préstamo a los ingresos familiares, de manera que esta deuda no se 'coma' más del 30% de los ingresos que recomiendan los expertos. 

Por otra parte, si se opta por ampliar el capital igualmente ampliarán los intereses porque el porcentaje se aplica sobre un mayor importe. Retomando el ejemplo anterior, si en vez de solicitar 100.000 euros al 2,5% en un plazo de 20 años, se solicitan 30.000 euros más, 130.000 en total, el coste total del préstamo asciende a 165.329,70. En ese caso, además, aumentan las cuotas hipotecarias mensuales. 

La novación, el paso para ampliar la hipoteca

Teniendo en cuenta las consecuencias anteriores, el cliente puede optar por ellos para evitar situaciones peores, como por ejemplo recurrir al impago. Si finalmente se opta por ampliar la hipoteca, ya sea aumentado capital o plazo, el siguiente paso es solicitarlo al banco. La entidad se puede negar a esta modificación si considera que las garantías para el pago no son las mismas. Si por el contrario decide aceptar la solicitud se llevará a cabo una novación de la hipoteca. 

Esta operación implica una nueva escrituración del contrato y, por tanto, lleva aparejados unos costes, principalmente los gastos de escritura (de notaría) y de registro.

Pero si está incluido en el contrato firmado inicialmente, también habrá que abonar una comisión por novación, que puede oscilar entre el 0,1% y el 1%, aunque por el cambio de plazo solo se podrá aplicar una comisión máxima del 0,1%. Además, en caso de solicitar una ampliación de capital, se exigirá una nueva tasación de la vivienda, cuyo coste deberá asumir el cliente que lo solicite. 

Alternativas a la ampliación de la hipoteca

Pese a que ampliar el préstamo hipotecario tiene consecuencias negativas, entre otras el aumento de los costes, de entre las opciones disponibles ante una delicada situación financiera es de las mejores. En caso de negativa del banco ante la petición de novación, el cliente puede optar por un préstamo personal, que aumentaría el capital endeudado con un tipo de interés más alto, o por subrogar la hipoteca o contratar un nuevo préstamo ampliando las condiciones, que igualmente tiene unos costes mayores que la novación. 

No obstante, existe otra alternativa que puede resultar más beneficiosa para el cliente: pedir un período de carencia. Esta opción permite no abonar al banco las cuotas hipotecarias o solo pagar los intereses durante un plazo de tiempo. Así, se puede solicitar la carencia total o parcial, que durará según lo pactado. Pero esta opción también resulta más cara a largo plazo y solo es recomendable si se prevé recuperar el volumen de ingresos transcurrido el plazo apalabrado. 

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