¿Cómo es posible que 6.300 supermercados valgan menos que una agenda de contactos?

  • La cadena de supermercados Dia se estrena hoy en bolsa con un valor de 2.400 millones, casi la mitad del precio al que debutó la red social LinkedIn y ocho veces menos que CaixaBank. ¿Por qué existen estas diferencias de precios? Según los expertos, todo depende de las cuentas de cada compañía, sus perspectivas de crecimiento y su mayor o menor atractivo respecto a su competencia.
Dia destaca que su salida a bolsa favorecerá su expansión en los países emergentes
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Ana P. Alarcos

Parece mentira: una web vale más que una empresa que tiene más de 6.000 tiendas repartidas por siete países del mundo.

¿La prueba? La cadena de supermercados Dia se estrena hoy en la bolsa española con un valor de 2.378 millones de euros, casi la mitad del precio al que debutó la red social para profesionales LinkedIn y casi ocho veces menos que CaixaBank, cuya capitalización ronda los 16.000 millones.

Pero, ¿por qué existe tanta diferencia entre estas compañías? Y, sobre todo, ¿no es extraño que una cadena de 6.300 supermercados, que son algo tangible, valga menos que una agenda de contactos?

El principal motivo es que los inversores y los analistas, es decir, quienes compran o venden acciones y quienes estudian y recomiendan las compañías, lo primero que miran son sus números: cuánto vende, cuánto gana, cuánto va a invertir, si tiene mucha deuda… Y, en función de esas cuentas, la empresa tendrá un valor u otro", explicaÁlvaro Rodríguez, de Oddo España.

El segundo factor clave a la hora de poner precio a una compañía es qué expectativas tiene de mejorar su negocio y cuál es su capacidad para cumplirlas en un plazo determinado.

"Lógicamente, cuanto más gane una empresa y cuánto mayor sea su capacidad de crecer, más argumentos tiene para pedir a los inversores que paguen más por ella", puntualiza Iván San Félix, desde Renta 4.

En el caso de Dia, filial del grupo francés Carrefour, los ingresos de 2010 ascendieron a 9.600 millones de euros. Es decir, su facturación, hoy en día, multiplica por cuatro veces su capitalización bursátil.

En cambio, las ventas de LinkedIn terminaron el año pasado en 243 millones de dólares (en euros, unos 170 millones), lo que supone que el mercado está valorando a la red social más de 30 veces por encima de lo que dicen sus ingresos.

Entonces, ¿por qué si Dia ingresa más vale menos en bolsa? La razón es que, además de los resultados de la propia compañía, el mercado también tiene en cuenta las expectativas sobre la empresa y su capacidad para cumplir sus objetivos.

En este terreno, la agenda de contactos barre a la cadena de supermercados. "Las redes sociales como LinkedIn están de moda. Sus expectativas de crecimiento son muy elevadas y se pueden cumplir. Es verdad que sus cifras recuerdan al pinchazo de la burbuja puntocom, pero a Google le salió bien la jugada. ¿Quién dice que no se puede volver a repetir un caso similar?", apuntan desde un banco de inversión.

Y es que, como apunta Joaquín Casasús, director general de Abante Asesores, "a la hora de poner un precio se estima cuánto puede mejorar el escenario de la empresa y, en este sentido, la respuesta de las redes es mucho, y la de los supermercados Dia, algo".

Además, aún hay otro factor clave a la hora de valorar una empresa: cuál es el estado de salud del sector al que pertenece. Es decir, la banca, la energía, la alimentación o la tecnología.

Para ello, se hace una radiografía idéntica a la anterior (se miran las cuentas y también las perspectivas de crecimiento) pero, en vez de centrarse en la compañía protagonista, toma de referencia a sus competidores directos.

 "Obviamente, no podemos enfrentar a un banco con una firma dedicada a la informática, ni con una especializada en alimentación. Hay que compararla con su competencia directa y, al hacerlo, te das cuenta de si una empresa está barata o cara en relación a sus competidores más directos o si está en línea con ellos", argumenta Guillermo Escribano, director de inversiones de Metagestión. 

Con todo, y, a pesar de que la cadena de supermercados vale en bolsa la mitad que la red de contactos, Dia sigue siendo un negocio físico, que llega directamente a los consumidores, mientras que LinkedIn tiene un reto por delante: demostrar que, intercambiando currículos por la red, puede repetir la hazaña del gigante Google.

 

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