
La venta de coches usados ha crecido en septiembre un 12,1%, de acuerdo con Faconauto. Comprar un coche de segunda mano a un particular es mucho más barato que adquirir uno nuevo o incluso uno usado en un concesionario, pero el proceso para conseguir financiación y los pasos por seguir para comprobar que todo está en orden serán diferentes a cuando compramos uno en una tienda oficial, nos explica el comparador de créditos HelpMyCash.com. Los préstamos para financiar este tipo de compras se pueden contratar en entidades crediticias o firmar con el propio vendedor, pero algunas alternativas de financiación no estarán disponibles.
Bancos y particulares sí, pero concesionarios no
Para pagar a plazos la compra de un vehículo de segunda mano tendremos dos alternativas. La primera y más común es acudir a los bancos para que nos concedan un préstamo coche. La gran mayoría de las entidades tienen créditos específicos para esta finalidad con muy buenas condiciones y, si negociamos, podríamos obtener más del 80% del valor del coche para evitar pagar la entrada. Siempre es aconsejable comparar al menos tres ofertas diferentes de préstamos para contratar la que mejores condiciones nos ofrece. Además, también podemos acudir a entidades que ofrecen préstamos sin cambiar de banco, como Cofidis que ofrece su Crédito Proyecto Coche de hasta 15.000 euros, para financiar el 100% del coche sin entrada, sin comisiones, sin vinculaciones y desde el 5,95% TIN (6,16% TAE).

Eso sí, sea cual sea la entidad a la que acudamos, será imprescindible que el vendedor nos realice una factura proforma para entregar a la entidad y justificar la finalidad.
La segunda alternativa será negociar con el propio vendedor para que nos permita pagarlo a plazos en cuotas mensuales para evitar pedir un crédito. La ventaja de esta alternativa es que, al tratarse de un préstamo entre particulares, las condiciones serán más laxas. No obstante, nos aclara HelpMyCash, es imprescindible que queden por escrito las condiciones de este pago a plazos y hacerlo constar ante la Agencia Tributaria.
Al ser el vendedor un particular, no podremos acceder a la financiación que ofrecen los concesionarios ni tampoco a otras alternativas de financiación como el leasing o el renting, ya que ambas implican la posibilidad de devolver el vehículo al cabo de un plazo, algo que no sería posible en estas circunstancias.
Pagar no es lo único que se debe hacer al comprar un coche de segunda mano
Los trámites que se deben llevar a cabo serán diferentes a cuando compramos un vehículo en una tienda oficial. Para empezar, por nuestra tranquilidad y para evitar sorpresas desagradables, es imprescindible que comprobemos el estado real del vehículo con el historial de las ITV. Además, en cuanto a las deudas, también será importante pedir un informe de cargas del vehículo a la DGT y revisar si el coche tiene reserva de dominio, una cláusula por la que el vehículo es propiedad del concesionario hasta que el dueño actual termine de pagar el préstamo coche. Si la tiene, será el vendedor quien deba encargarse de eliminarla.
Asimismo, tendremos que realizar otros trámites para convertirnos en propietarios del coche. El primero será entregar el formulario 620 o 621 del impuesto de transmisiones patrimoniales. También debemos realizar el cambio de titularidad en Tráfico. En cualquier caso, la compraventa de nuestro nuevo coche deberá quedar por escrito en un contrato en el que se detalle la operación que vamos a llevar a cabo (el vehículo, su precio y demás factores que influirán en la compra).
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