Cómo se fabrican las previsiones económicas que hacen temblar al mundo (aunque fallen)

    • Debilitan gobiernos, impactan en las bolsas, inquietan a los inversores... las previsiones económicas, nacionales e internacionales, influyen en el día a día de un país.
    • Así se fabrican estos fríos índices cuyos modelos matemáticos mueven el mundo.
El FMI descarta la quita de la deuda griega en nombre de la igualdad de trato
El FMI descarta la quita de la deuda griega en nombre de la igualdad de trato

Imagínate que estás en el bar de cualquier Facultad. Sin conocer los números concretos del consumo que hacen los estudiantes, la mera observación a lo largo de los años de carrera de te puede proporcionar una información bastante fidedigna .

Por ejemplo, sabes que los estudiantes que viven fuera de esa ciudad se quedan más a comer que los que viven con sus padres. Desde la barra, puedes comprobar cómo la gente pide más café que té, más cerveza que cocacola, más pinchos de tortilla que montaditos de lomo… o lo contrario.

Puedes comprobar cómo las variables externas al negocio (como si hace frío o calor en el campus, o si llueve) impactan en el tipo de comida y bebida que demandan los clientes en el bar de la Facultad.

Con esta sencilla comparación, el profesor del ICADE Gonzalo Gómez Bengoechea explica cómo se fabrican estas previsiones macroeconómicas que tanto preocupan a los gobiernos y que hacen temblar al mundo. Y que, a veces, generan fuertes críticas por la diferencia entre lo previsto y lo que luego realmente sucede.Las previsiones son imprescindibles para decidir

Al igual que un bar, un país conoce sus gastos a lo largo de la historia, también puede conocer cuánto gastan sus ciudadanos en gasolina, en azúcar o en hoteles. Sabe que cuando se construyen muchas casas, consume mucho cemento. Sabe cómo repercuten unos sectores en otros, unos precios en otros, unas quiebras en otras. Si Maldonado anuncia buen tiempo en Semana Santa, los hosteleros se frotan las manos. Si prevé lluvia, contratan menos camareros.

Los países, al igual que los negocios y las familias, necesitan prever sus gastos para tomar decisiones económicas: de compra, de venta, de ahorro, de inversión… Una vez pasado el tiempo, comprueba si las previsiones que tomó se ajustan a lo que realmente no ha pasado. Y se pregunta por qué.

Esa información sobre las desviaciones entre lo previsto y lo realmente sucedido en un periodo concreto son muy valiosas. Enriquecen los análisis porque ayudan a precisar cómo y cuánto afectan unos sucesos a otros. Los analistas económicos anotan cuidadosamente todos estos datos. A lo largo de los años, acumulan información muy pormenorizada.

Incluso, son capaces de transformar en números ese impacto, mediante modelos matemáticos muy sofisticados.Por poner un ejemplo, pueden calcular de forma muy aproximada hasta qué punto afecta la subida del petróleo a la industria de la distribución, que es muy dependiente del coste de la gasolina. Si esta previsión calcula un 5% de probabilidades de aumento del precio, los empresarios están tranquilos. Si por el contrario es del 90%, los empresarios saben que van a ganar menos dinero ese año y que deben reducir sus gastos al máximo para que su negocio no se vea más perjudicado.Estimar no es profetizar

Pero muchas veces se olvida algo básico: estimar no es profetizar. Las previsiones son eso, previsiones, y por lo tanto sujetas a cambios. Por muy ajustados, precisos y exactos que sean los modelos matemáticos, una guerra, una epidemia, un magnicidio, una catástrofe natural o un atentado pueden llegar a modificar de forma radical el comportamiento del hombre, y por lo tanto, de la economía global.

¿Alguien podía imaginar con exactitud el 10 de septiembre de 2001, un día antes del atentado contra las Torres Gemelas, cuál sería la marcha de la economía al año siguiente? Ni los propios terroristas.

Habitualmente, los imponderables del destino no son tan aparatosos como el 11S. Pero siempre hay imponderables. De ahí que los analistas utilicen "escenarios razonables". ¿Qué puede pasar si el precio del petróleo suba un 10% en los próximos tres años? ¿Y si sube un 20%? ¿Y si sube un 50%?

En función de esos escenarios razonables, y de otros muchos, instituciones nacionales de reconocido prestigio (escuelas de negocios, departamentos de análisis financiero de los bancos o cámaras de comercio...) elaboran estimaciones sobre el crecimiento económico de los países, entre otras muchas.

Lo mismo hacen otras instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea, Banco Mundial o Reserva Federal de EEUU.Fallar no es algo vergonzoso

Los actores implicados en la economía, especialmente los gobiernos, pero también organizaciones empresariales, financieras o periodísticas, las analizan con sumo cuidado.

Lo más valioso que tienen estas instituciones, y que es la fuente de su credibilidad, es la información que manejan y cómo la procesan. Crean modelos complejos matemáticos que ponen cifras tanto a las distintas variables como al impacto que tienen unas en otras: crecimiento de un país (el PIB) inflación, tipos de interés, tipos de cambio, etc.

No existe una previsión oficial acatada por todo el mundo. Pero el hecho de que las previsiones de distintas y reconocidas instituciones suelan asemejarse unas a otras refleja un consenso básico. La investigación económica usa métodos similares en todo el mundo. La economía es una ciencia social, no exacta, pero su comportamiento resulta más previsible, y por lo tanto cuantificable, que otras disciplinas humanas.

"Mucha gente critica al FMI o otras instituciones porque no aciertan. Eso no tiene por qué ser algo vergonzoso. Esos críticos olvidan que ni el FMI ni otras instituciones no pretenden acertar, sino aproximarse a lo que es razonable prever con la información de que se dispone en un determinado momento", explica Gómez Bengoechea. "A medida que avanzan los trimestres, ellos mismos corrigen las previsiones que no se hayan cumplido y explican por qué no se han cumplido en determinadas regiones del mundo y en otras sí. Incluso a veces no tienen reparos en publicar previsiones que contradicen a las anteriores. Esto sucede porque han aparecido nuevos datos que obligan a cambiar los escenarios previsibles. Como profesor, me interesa mucho conocer estas variaciones".

Cita el caso tan criticado de las previsiones del FMI en 2009, que vaticinaban un crecimiento de la economía mundial que no se produjo.Impacto de las previsiones en la economía

Por otra parte, la mera publicación de las previsiones influye para bien o para mal en la marcha de la economía. Un informe del FMI, del BCE o del acelera o detiene importantes decisiones de compra o venta en todo el planeta. Esto es muestra de la enorme credibilidad que tienen estas predicciones en los mercados.

"Se puede dudar del acierto de una previsión, pero no de la honestidad intelectual y el rigor metodológico con que se realizan", sentencia el profesor Bengoechea. Los mejores economistas del mundo se encargan de elaborar estos informes, y son capaces de combinar los aspectos cuantitativos, como las compras, las ventas o el consumo, con otros cualitativos como la inestabilidad política, el peligro terrorista o la contestación social.

Por si esto fuera poco, la Fundación de Cajas de Ahorro, Funcas, publica el panel de previsiones de la economía española, un índice con la media de todos los índices de las principales instituciones económicas.

Como suelen decir los economistas, "nadie tiene una bola de cristal para adivinar el futuro", pero… ¿alguien puede acercarse más?

Sigue @martinalgarra

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