Competencia ve en la reestructuración de las cajas una “estación de tránsito”, posiblemente hacia la privatización

El presidente de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), Luis Berenguer, consideró este martes que el proceso de reestructuración de las cajas de ahorro supondrá un “avance, aunque pequeño”. Con todo, se trata, en su opinión, de una “estación de tránsito, posiblemente hacia la privatización” de estas entidades.
Berenguer compareció este martes en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso. A la salida, en declaraciones a la prensa, señaló que “se precisa un cambio del modelo de cajas”, ya que “no creo que el modelo de Sistema Institucional de Protección(SIP) sea definitivo”.
Según explicó, “hay sectores que piensan que, cuando se pase la tormenta de la crisis, se desapoderará el SIP y volverá a pasar el poder de decisión a los órganos de las antiguas cajas que aún siguen vigentes. Yo creo que están equivocados: Que este es un modelo transitorio que habrá que ir profundizando”.
A su juicio, “uno de los posibles caminos es la privatización, aunque no el único. Pero el modelo de SIP actual no es un modelo acabado que vaya a seguir los próximos 20 años. Es un primer paso hacia una mayor integración de las distintas cajas de ahorros”.
Con respecto a los casos concretos, Berenguer explicó que todas las operaciones de concentración de cajas fueron aprobadas por el regulador de Competencia en primera fase, fundamentalmente porque ninguna caja abarca un ámbito lo suficientemente amplio como para suponer un problema en los mercados de servicios financieros de ámbito nacional.
Sólo el caso de las cajas gallegas podría plantear problemas de competencia, “no a nivel nacional, pero sí inferior”, dado el fortalecimiento de su posición en el mercado donde operan.
Por otro lado, en su comparecencia ante la Comisión, Berenguer afirmó que el proceso de liberalización del sistema de cajas ha tenido efectos positivos sobre la competitividad del mercado de servicios financieros, ya que “se compensa el alto grado de concentración del sistema bancario”.
No obstante, admitió que también ha tenido efectos negativos, en cuanto al modelo de gestión de las propias cajas. “No todos han funcionado, porque estaban pensados para cuando estaban limitadas territorialmente y dedicadas a prestar determinados préstamos de pequeña cantidad. Al irse a competir en la totalidad del terreno de la banca minorista, ha habido un problema”, dijo.
“El sistema de las cajas ha chirriado en algunos casos, porque parecía un modelo de gestión poco adecuado para competit en todos los ámbitos del sector financiero y en todo el territorio nacional”, añadió.