Con la salida de la UE del Reino Unido todos pierden, pero los británicos más

    • Según Open Europe, el Reino Unido fuera de la UE perdería 77.000 millones de euros anuales -el 2,2% de su PIB-. Hasta la celebración del referéndum, perdería 14.321 millones anuales, según ING.
    • El 64% de los empresarios de la eurozona y el 70% de los británicos creen que sería muy perjudicial para la economía la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Cameron envía su carta de medidas a Europa para seguir formando parte del continente
Cameron envía su carta de medidas a Europa para seguir formando parte del continente

Los representantes de los 28 países de la Unión Europea examinarán hoy las peticiones del primer ministro británico, David Cameron, para renegociar la posición de Reino Unido en la Unión Europea.

Cameron asegura que los cambios que plantea en gobernanza económica, competitividad, soberanía e inmigración, que apenas ocupan seis folios, son imprescindibles para convencer a los británicos de la conveniencia de seguir siendo miembros del club de los 28 ante el referéndum que el premier ha prometido celebrar antes de finales de 2017.

Ante el órdago de Cameron, las posturas en la propia en la Unión Europea, aunque con algún matiz, son similares. La canciller de Alemania, Angela Merkel, apuesta por el diálogo, convencida de que es posible satisfacer las demandas de reforma de la Unión Europea planteadas por el primer ministro británico.

Otros, como el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, aseguran que hay líneas rojas -también Merkel habló de estas líneas- que no se pueden pasar, en referencia a la propuesta de Cameron de limitar el movimiento de los ciudadanos de otros Estados miembros hacia Reino Unido.

La postura de Schulz, que tiene el respaldo de Polonia y de otros países de Europa del Este, es muy parecida ilar a la que planteó Margaritis Schinas, portavoz del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, que advirtió que hay algunos elementos que problemáticos en la propuesta de Cameron "como los que hacen referencia a las libertades básicas de los mercados internos". Sin embargo, desde la Comisión Europea se muestran dispuestos a hablar.

Más contundente -y más claro- se ha mostrado el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación español, José Manuel García­ Margallo, que ha vaticinado que el Reino Unido saldrá de la Unión Europea el año próximo, tras lo cual el resto de socios deberán avanzar hacia una federación de Estados para reafirmar internacionalmente su alianza.

García-Margallo también dejó caer que la salida del Reino Unido de la Unión Europea también podría traer algún beneficio para España o una posición mas relevante en determinados temas. Así, destacó que el tratado de comercio e inversión entre la Unión Europea y los Estados Unidos "es vital para los intereses españoles", sobre todo porque, si se confirma la salida del Reino Unido de la UE, "España podría ocupar esa relación especial y privilegiada" al otro lado del Atlántico.Euroescepticismo y economía

Si finalmente se cumplen los pronósticos de García Margallo, que entiende que la salida del Reino Unido de la Unión Europea sería una mala noticia, pero comprensible porque según The Observer solo el 26% de los británicos creen que el proyecto europeo y sólo el 14% se sienten europeos, los británicos serían los grandes perdedores. Sin embargo, también se resentirían determinadas empresas continentales, algunos países cuyos ciudadanos aportan mano de obra al Reino Unido y la economía europea, que debería buscar alternativas al Reino Unido.

Según el centro de estudios Open Europe, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) podría provocarle una pérdida permanente de 56.000 millones de libras (77.296 millones de euros) al año, lo que supondría el 2,2% de su PIB. Estas pérdidas, según el informe, no podrían compensarse simplemente alcanzando acuerdos de libre comercio con sus anteriores socios.

Por su parte, un estudio Future of Europe 2015, elaborado por Grant Thorntor y basado en una encuesta a más de 1.100 líderes empresariales de toda Europa, evidencia, que de media, un 64% de los grandes empresarios de la eurozona cree que sería muy perjudicial para la economía la salida de Reino Unido de la Unión.

Entre los más preocupados por esa posibilidad están los empresarios españoles y los irlandeses y más del 70% de los británicos consultados consideran que la salida de la UE de Reino Unido tendría efectos negativos para la economía continental.

Si Reino Unido votara a favor de salir de la UE, la libra probablemente se hundiría hasta los 90 peniques por euro, un nivel visto por última vez en 2011. Frente al dólar, la libra podría caer por debajo de 1,40 dólares, pronosticaba el banco holandés ING en un informe publicado en febrero.Pérdidas antes del referéndum

Aseguraba el mismo estudio que el Reino Unido perdería miles de millones de libras si celebra un referéndum sobre su integración en la Unión Europea, debido a que las incertidumbres económicas llevarían a una reducción en la inversión.

Menos de una cuarta parte de los británicos tienen una opinión positiva de la UE, la segunda más baja después de Grecia, y el Partido de la Independencia de Reino Unido, que quiere retirar a Reino Unido del bloque, ganó la mayoría de los escaños en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014.

ING no estimó cómo afectaría la salida de la UE a las perspectivas de crecimiento a largo plazo, pero dijo que la incertidumbre durante los dos años hasta el referéndum recortarían el crecimiento alrededor de medio punto porcentual al año.

"Como vimos en la votación sobre la independencia escocesa el año pasado, los inversores extranjeros podrían asustarse con los precios de los activos británicos y probablemente presionará a la baja a la libra esterlina", aseguraba el economista de ING James Knightley.

"La economía probablemente perderá su ímpetu y el Banco de Inglaterra podría aumentar los tipos de interés con más cautela", agregó.

Con la economía británica valorada en 1,7 billones de libras (PIB británico) el año pasado, dos años de pérdida de crecimiento podrían costar casi 20.000 millones de libras (28.341 millones de euros).

Alrededor del 20% de la inversión en empresas británicas procede de compañías extranjeras -el doble de la proporción de una economía media avanzada- y muchas compañías usan Reino Unido como base para el resto de la UE.

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