Los empresarios se movilizan

Cónclave de urgencia en CEOE para fijar posición salarial ante la presión de Díaz

La patronal convoca una reunión del grupo de trabajo de diálogo social para abordar el posicionamiento sobre la negociación colectiva en plena polémica por el respaldo de la vicepresidenta a la rebelión sindical.

Antonio Garamendi, CEOE
Cónclave de urgencia en CEOE para fijar posición salarial ante la presión de Díaz
Europa Press

El espaldarazo de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a las movilizaciones sindicales contra la patronal española ha provocado la reacción inmediata de la organización empresarial. Según ha podido saber La Información, la CEOE ha convocado de urgencia al grupo de trabajo de diálogo social para abordar el posicionamiento sobre la negociación colectiva. El cónclave se celebrará este mismo viernes, coincidiendo con la reunión de la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional, que debe recalcular la referencia del 60% del salario medio para orientar la acción del Gobierno de cara al SMI de 2023.

Lejos de apaciguar la polémica, Díaz volvía a cargar contra la patronal este lunes y, en concreto, contra su presidente, Antonio Garamendi, por negarse a subir los sueldos y bloquear la negociación colectiva. Y ello a pesar de que, por el momento, el empresario vasco no ha respondido públicamente a las declaraciones en las que la vicepresidenta confirmaba el pasado jueves la información adelantada en estas páginas: que la rebelión sindical cuenta su apoyo. Y fuentes de su entorno avanzan que el líder empresarial no tiene intención de "bajar al barro" y "entrar a discutir a la vicepresidenta", porque entiende que sus palabras se enmarcan ya en "su campaña electoral".

Quienes sí se han pronunciado al respecto y han respondido a las declaraciones de la vicepresidenta de forma pública son varios de los vicepresidentes de la organización empresarial. Es el caso de Lorenzo Amor, presidente de la federación de trabajadores autónomos ATA, quien ha tachado de "poco constructiva" la actitud de Díaz de "arengar las movilizaciones" y "complicar la negociación bilateral". También ha cargado contra la ministra de Trabajo el líder de la patronal valenciana, Salvador Navarro, quien ha denunciado la "arrogancia" de Díaz y le ha afeado su "falta de empatía" con las empresas. Una posición contundente y "poco habitual" en el presidente de la CEV, según valoran desde dentro varios socios de la cúpula de la CEOE consultados por este medio.

Aunque la confederación empresarial no ha emitido un posicionamiento oficial en relación al apoyo de Díaz a la 'rebelión sindical', 24 horas después de las polémicas declaraciones de la vicepresidenta el malestar se había extendido en Diego de León. La opinión generalizada es que Yolanda Díaz ya está "en modo candidata". Dentro del Comité Ejecutivo hay quien afirma incluso que "el verdadero ministro de Trabajo" es Joaquín Pérez Rey, el secretario de Estado de Empleo. Las fuentes consultadas interpretan que Díaz está "más centrada" en su "proyecto político propio" -en referencia a la plataforma 'Sumar'- que en el día a día del Ministerio, y prevén que esa conducta va a ir in crescendo conforme vaya desarrollando su proceso de escucha y se vayan acercando las elecciones generales de 2023.

Con este runrún de fondo, los empresarios empiezan a movilizarse por su cuenta. Lo que Díaz les reclama es que desbloqueen la negociación colectiva. La vicepresidenta y ministra de Trabajo alega que la patronal se levantó de la mesa el pasado mes de mayo y hasta junio se han suscrito solo 450 convenios, cuando lo normal son 2.000, por eso defiende que los sindicatos tienen razones para salir a la calle contra la CEOE si continúan paralizando las mesas de negociación. La reacción inmediata de la patronal ha sido la convocatoria del grupo de trabajo interno de diálogo social, que se reunirá este viernes a mediodía para renovar el posicionamiento oficial sobre el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).

La intención de los empresarios es abordar a nivel interno un asunto que está generando una gran controversia pública, no tanto con la intención de tomar una decisión sobre si retomar o no la negociación con los sindicatos, sino más bien en la dirección de facilitar una serie de criterios para las negociaciones sectoriales, relacionados con las subidas salariales de los convenios firmados este año, en base a la referencia de la inflación subyacente (que excluye los precios de la energía) y todo un conjunto de recomendaciones, ante la previsión de que no pueda cerrarse un AENC con carácter inminente para 2022 y tenga que enmarcarse una posible negociación ya en un acuerdo plurianual que arranque en 2023.

Contra la subida del SMI

Así lo avanzan fuentes de la patronal que insisten en que las cláusulas de revisión con el IPC que exigen CCOO y UGT y que hicieron saltar por los aires las negociaciones el pasado mes de mayo continúan siendo una línea roja. La recomendación general, por tanto, seguirá siendo la de no indexar los salarios al IPC mientras los precios continúen disparados y tener en cuenta otros criterios como la productividad o los resultados empresariales. Del mismo modo, y aunque este no es un asunto de la negociación bipartita, la CEOE se posicionará en contra de una nueva subida del SMI y, en general, de cualquier incremento de los costes laborales en un momento de incertidumbre en el que muchas empresas atraviesan una situación delicada.

Aunque para abordar el salario mínimo todavía quedan meses por delante. La reunión del comité de expertos convocada por Díaz también para este viernes tiene como objetivo arrancar los trabajos para determinar la referencia del 60% del salario medio que, en teoría, debería alcanzar el SMI en 2023 para cumplir con las directrices europeas. Los 1.049 euros que establecieron en el informe que entregaron en junio de 2021 se han quedado desfasados por el impacto de la inflación en el conjunto de la masa salarial, de modo que deben volver a echar cuentas con las estadísticas más recientes. Y no será hasta noviembre cuando el Gobierno ponga una cifra sobre la mesa, ya que la evolución del IPC en la recta final del año será clave para fijar la cuantía. Todo esto, sin olvidar que la decisión de subir el SMI es exclusiva del Ejecutivo y la consulta a los agentes sociales es un mero trámite.

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