Durante el mes de mayo 

La confianza del consumidor sigue lejos de los niveles preCovid pese a mejorar

Por lo que respecta a las expectativas, la valoraron en 85,9 puntos, 2,2 menos, con una peor percepción de la economía en general y del mercado de trabajo. 

Supermercado lineal de fruta
La confianza del consumidor sigue lejos de los niveles preCovid pese a mejorar. 
ALDI

La confianza de los consumidores en la economía española subió en mayo por segundo mes consecutivo gracias a la mejor percepción de la situación actual, ya que la valoración de las expectativas empeoró. El índice de confianza del consumidor (ICC) publicado este jueves por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se situó en mayo en 76 puntos, 1,4 por encima de la de abril, pero todavía por debajo de los 100 puntos que separan la percepción positiva de la negativa, un umbral que no se rebasa desde junio de 2019.

Los consumidores valoraron la situación actual en 66,1 puntos, cinco más, una mejora de la percepción que abarca tanto a la situación económica general como a la de los hogares y al mercado de trabajo. Por lo que respecta a las expectativas, la valoraron en 85,9 puntos, 2,2 menos, con una peor percepción de la economía en general y del mercado de trabajo, mientras que las expectativas para los hogares se mantuvieron sin cambios. En mayo los hogares aumentaron sus expectativas de ahorro y consumo, aunque también se observó un incremento en el temor de aumento de los tipos de interés y de la inflación. El ICC de mayo se realizó con 2.819 entrevistas telefónicas entre el 13 y el 31 de mayo.

La capacidad de ahorro se resiente 

Las restricciones aplicadas durante el primer año del coronavirus provocaron que los españoles ahorraran más que nunca. Aunque el comercio electrónico vivió unos meses muy intensos durante el confinamiento, los ciudadanos dejaron de gastar en transporte, en turismo y también en restauración. Esto se vio reflejado en la tasa de ahorro que alcanzó el 31,5% de la renta disponible en el segundo trimestre de 2020 y cerró en una cifra media del 15%, marcando un máximo histórico. La capacidad de ahorro de los españoles, es decir, la parte de sus ingresos que los ciudadanos pueden guardar, se elevó ese mismo año al 10,8%. No obstante, esa cifra se reducirá prácticamente a la mitad el próximo año, la pérdida de poder adquisitivo hundirá la capacidad de ahorro al 5,5%.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calcula que la inflación media será del 8,1% este año. Es una previsión más alta que la del Banco de España (7,5%) y aunque la institución internacional espera una moderación de cara a 2023, lo cierto es que el IPC mantendría una tasa bastante alta (4,8%), de cumplirse las previsiones de la OCDE. Estos niveles de precios se sitúan muy por encima de las revalorizaciones salariales que se han producido este año, esto deja una pérdida de poder adquisitivo que lastra no solo el consumo, sino también la capacidad de ahorro. El organismo prevé que la tasa de ahorro pase del 7% de la renta neta disponible del pasado año, al 6,4% en este ejercicio.

La institución asume que las tasas de ahorro serán necesarias para mantener el consumo si se tienen en cuenta el débil crecimiento de los ingresos, en comparación con la inflación. En el caso de España, señala que serán el ahorro embalsado durante la pandemia, junto con el apoyo fiscal del plan de respuesta a la guerra, así como el crecimiento del empleo y las inversiones del Plan de Recuperación, lo que sostendrá la demanda interna. "La inflación es una carga que se debe repartir de forma justa entre las personas y las empresas, entre los beneficios y los salarios", defiende la OCDE, dejando entrever su apoyo a un eventual pacto de rentas.

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