El Gobierno tiene la reforma fiscal prevista para 2023. En ese momento, Moncloa esperaba que la economía española se hubiera recuperado del golpe de la pandemia, el empleo y la actividad hubieran vuelto a sus niveles previos y, entonces, se pudieran acometer cambios en el sistema tributario. De hecho, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó durante la presentación del Plan de Recuperación -en mayo de 2021- que "la reforma fiscal estará siempre condicionada a la recuperación económica". Sin embargo, la invasión de Ucrania por parte de Rusia complica los planes del Gobierno.
El calendario ya era ajustado antes de que Putin bombardease a Ucrania. Las previsiones de distintos organismos, como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), o la Comisión Europea sitúan la recuperación económica entre el último trimestre de este año y el primero del próximo. 2023, cabe recordar que es año electoral, en el que el presidente del Gobierno debe disolver las Cortes Generales y convocar elecciones. Por ello, el margen entre lograr la recuperación -para poder acometer la reforma fiscal-se reduce si la recuperación llega más tarde de lo previsto por Moncloa y la legislatura llega prácticamente al final.
Ahora, además, la amenaza de una inflación todavía mayor, derivada de un alza del coste de los productos energéticos impulsada por la invasión de Rusia puede entorpecer la recuperación y, con ello, el escenario planeado por el Ministerio de Hacienda para la subida de impuestos. Los cálculos de Funcas alertan de hasta dos puntos más en la tasa de Índice de Precios al Consumo (IPC) de este año. El incremento de los precios del petróleo, derivado de la tensión bélica, "redundaría en un incremento del IPC del 5,6%, un punto más que la previsión realizada antes del conflicto de Ucrania. Finalmente, en caso de un riesgo incrementado en que los precios actualmente observados se perpetuaran, el IPC se incrementaría hasta el 6,5%, casi dos puntos más que en la previsión pre-conflicto", explican.
Hasta el momento, el incremento de los precios ya se ha trasladado a otros productos. Los mayores costes en la producción, derivados del encarecimiento de la energía, pero también los problemas de suministros en algunas industrias, se están repercutiendo en los precios que pagan los consumidores finales. En el caso de los alimentos, la tasa de IPC ha subido un 3,8% en un año, el vestido y calzado lo ha hecho un 3,7%. En este sentido, los españoles ya están afrontando un incremento de los costes de productos básicos, que podría ser mayor si el Gobierno decide eliminar tipos reducidos del impuesto sobre el valor añadido (IVA), por ejemplo, o se eliminan las bonificaciones sobre los hidrocarburos.
La inflación se ha convertido en uno de los caballos de batalla de la recuperación, junto con las distintas olas del coronavirus que han provocado que las restricciones se prorroguen en algunos sectores como el turismo o la restauración. En este sentido, si la inflación se agrava y se prolonga, la recuperación tardará más en consolidarse. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya consideraba el alza de los precios como el mayor riesgo para la economía española por sus consecuencias sobre el consumo, antes de que la crisis energética pudiera agravarse.
Previsiones de crecimiento
Como explicó este periódico, la situación entre Ucrania y Rusia provocará que Moncloa tenga que revisar el cuadro macroeconómico a la baja, por lo que el Ejecutivo marcará también la recuperación del producto interior bruto (PIB) más adelante de lo previsto. En las últimas semanas, varios representantes del Gobierno apuntaban a crecimientos del 5,5% para 2022, frente al 7% que actualmente recoge el cuadro de Calviño. Con los precios de la energía marcando récords históricos y una recuperación más tardía de lo previsto, se complica la hoja de ruta defendida por María Jesús Montero.
Esta semana, los expertos para la reforma fiscal presentarán el Libro Blanco en el que el Ejecutivo basará la futura reforma. En él, el comité de expertos hace hincapié en impuestos medioambientales y vinculados a la economía digital. Por ello, la reforma del sistema tributario podría consistir en cumplir con los compromisos que Hacienda tiene con Bruselas a través del Plan de Recuperación y dejar para otro momento cambios más ambiciosos.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios