Madrid, 28 mar.- La Comisión de Industria del Congreso rechazó hoy con 23 votos en contra una Proposición no de Ley del Grupo Socialista sobre seguridad nuclear que el Grupo Popular consideró, además, improcedente.
El portavoz popular, Ovidio Sánchez, señaló, sobre la propuesta, que "lo que se pide ya se ha hecho" y recordó la independencia del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para organizar sus competencias.
Tampoco respaldó la iniciativa socialista CiU porque, aunque coincidió con la necesidad de reforzar la seguridad nuclear, consideró, como el Grupo Popular, que las pruebas solicitadas ya se han realizado.
"Defendemos que la política energética española sea menos dependiente, mas barata y más limpia y creemos que la energía nuclear debe desaparecer paulatinamente, pero no apoyamos la propuesta porque creemos que las pruebas del CSN ya cumplen con los requerimientos de seguridad" estipulados tras Fukushima, declaró el parlamentario de CiU Antoni Picó.
En su Proposición no de Ley sobre la seguridad de las centrales nucleares españolas, el Grupo Socialista instaba al Gobierno a que el CSN ejecutara en todas las centrales del país las pruebas de resistencia acordadas en abril de 2011.
Los socialistas pidieron que se cumplieran "íntegramente" y en los términos aprobados por el pleno del Congreso en esa fecha la realización de pruebas de seguridad ante supuestos como atentados terroristas y amenazas medioambientales y que se informara de los resultados a la cámara.
Por el Grupo Socialista defendió la propuesta José Segura, quien destacó que no se ha cumplido el acuerdo de dar a conocer la situación real de la seguridad de las centrales nucleares españolas.
"Todos tenemos que tener claro que en la gestión de energía nuclear ha habido un antes y un después de Fukushima y no tiene sentido esconder el análisis de una realidad o anular el debate", dijo Segura, preocupado porque los ciudadanos conozcan la realidad de la seguridad nuclear en España.
Según Segura, el debate sobre seguridad nuclear "debe ser honesto" y tienen que conocerse los riesgos.
Y sobre Garoña, la más antigua de las centrales españolas, cuyo plazo de cierre, aprobado por el anterior gobierno para 2013, está en cuestión, señaló que aún debe haber mas discusión.
Por el Grupo Mixto, Maite Aristegui, de Amaiur, recordó que con la energía nuclear "no hay riesgo cero" y respaldó la propuesta socialista, tras recalcar que el accidente de Fukushima "ha dejado claro que la energía nuclear no es limpia ni segura".
De Garoña, "gemela" de Fukushima, a la que llamaron "la central de las mil grietas", apuntaron que es inadmisible prolongar su vida útil y que, por "obsoleta", despierta la preocupación de la ciudadanía.
Por Izquierda Plural, Chesús Yuste, recalcó que las pruebas de resistencia a las que se sometieron las nucleares españolas tras Fukushima "no estuvieron a la altura de la importancia del accidente" y lamentó que no se evaluaran supuestos posibles como terremotos de la intensidad del ocurrido el año pasado en Lorca.
"La industria nuclear ha elegido ignorar los peligros, como en Fukushima. Ningún reactor es cien por ciento seguro, ni es seguro almacenar por cientos de años los residuos que genera la energía nuclear", agregó el parlamentario, que respaldó la iniciativa socialista.
La votación, a mano alzada, reflejó 15 votos a favor, 23 en contra y 4 abstenciones.
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