El Consejo General de Economistas (CGE) ha empeorado en cuatro décimas su previsión de contracción económica en España para este año, hasta el 11,2%, tras incorporar los últimos indicadores publicados, manteniendo una estimación de una tasa de paro de entre el 20% y el 22%. Así figura en el 'Observatorio financiero' publicado este jueves, en el que el CGE señala que la caída del PIB en el segundo trimestre del año será cuatro veces mayor que la del primer trimestre, que se situó en el 5,2%, debido principalmente a la paralización de la actividad económica por el estado de alarma.
En consecuencia, empeora en cuatro décimas su pronóstico de contracción para el conjunto del año, hasta el 11,2%, al tiempo que mantiene su estimación de que la tasa de paro se sitúa entre el 20% y el 22% este ejercicio si los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor se prorrogan hasta fin de año.
Los economistas consideran que, de cara al futuro y ante la persistencia de riesgos de nuevos brotes, serán cruciales las políticas económicas que se adopten en España y la Unión Europea, entre las que destaca el mantenimiento de los ERTE o la ampliación de las líneas de avales del ICO.
A su vez, mantiene su previsión de que el déficit público se sitúa en la horquilla de entre el 12% y el 15% este año, en tanto que la deuda pública escalará y se situará entre el 120% y el 125% del PIB. Ante estas previsiones, subraya que las políticas económicas que se adopten ahora en España, con el apoyo de la Unión Europea, serán "cruciales" para la recuperación sostenida de la economía, como el mantenimiento de los ERTE hasta final de año y la ampliación de la línea de avales.
A su juicio, estas medidas serán "cuestiones de vital importancia" para el mantenimiento de aparato productivo y, por tanto, del empleo, lo que redundaría en mayor consumo e inversión. No obstante, ve "difícil" que la recuperación del consumo y la inversión en el tercer y cuarto trimestre, si estas medidas se produjesen, pueda compensar la contracción sufrida durante los últimos cuatro meses.
El BE urge a firmar una estrategia económica a largo plazo
El CGE no es el único organismo que ha hecho sonar la alarma. Ayer mismo, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, urgió a alcanzar un consenso político y social para poner en marcha una estrategia a largo plazo que resuelva problemas estructurales de la economía española, entre los que destacó la temporalidad del empleo. En un encuentro telemático organizado por el Consejo General de Economistas, Hernández de Cos ha defendido que la "magnitud del reto" que afronta la economía española exige una respuesta "urgente", integral y permanente, que para que perdure tiene que contar con consenso político y social.
Este "potente" programa de reformas tendrá que afrontar problemas que ya existían antes de la pandemia, como la baja productividad, la dificultad del acceso a la vivienda, el envejecimiento de la población o la "excesiva" temporalidad del mercado de trabajo, vinculada a unas políticas activas de empleo que "no funcionan adecuadamente".
Ha instado a "ser valientes" para combatir esta temporalidad, que afecta a la productividad y condiciona decisiones vitales "como independizarse o tener hijos". "No puede ser que tengamos este problema identificado desde hace décadas y que no tomemos decisiones", lamentó. Junto a ello, ha subrayado la necesidad de identificar los posibles daños estructurales derivados de la actual crisis, entre los que ha citado la destrucción de empresas o la situación financiera de las compañías una vez que pasen estos meses.
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