EL GOBIERNO AUTORIZA LA CONSTRUCCIÓN DE UN HOTEL EN EL FARO DE PUNTA CUMPLIDA, EN LA ISLA DE LA PALMA

- Es la segunda autorización de este tipo tras la recibida por el de Isla Pancha (Lugo). El Consejo de Ministros ha dado luz verde para convertir en alojamiento turístico determinadas instalaciones anexas al faro de Punta Cumplida (isla de La Palma), adscrito a la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife.
Este trámite era preceptivo al encontrarse las instalaciones a menos de 100 metros de la orilla del mar.
La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife continuará con la tramitación del proyecto que propone la rehabilitación del edificio de las antiguas casas de los fareros adaptándolo para su uso como alojamiento turístico.
El proyecto no implica aumento de volumen y la edificación mantendrá su aspecto exterior.
La superficie de terreno a otorgar en concesión por el organismo portuario será de 2.690 metros cuadrados, siendo 324,89 metros cuadrados la superficie edificada a concesionar, y reservándose la Autoridad Portuaria un espacio para equipamiento técnico y mantenimiento del faro como ayuda a la navegación.
Se trata de la segunda autorización de este tipo concedida por el Gobierno, tras la recibida por las instalaciones del faro de Isla Pancha (Lugo), que abrirá en marzo como alojamiento turístico.
El Consejo de Ministros dio su visto bueno para que este faro, situado en el término municipal de Ribadeo, se convierta en hotel el 22 de mayo de 2015.
Además, hay otros dos proyectos en marcha, en Trafalgar (Cádiz) y Cudillero (Asturias), que están a la espera de recibir autorizaciones medioambientales y de costas, y otro, el del faro de Punta Insua en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), en proceso de información pública.
Estas actuaciones se enmarcan en el programa ‘Faros de España’, un proyecto con el que el Ministerio de Fomento trata de potenciar el desarrollo de actividades sostenibles en los faros a través de la entrada de iniciativa privada que garantice su conservación.
Con ello, el Gobierno quiere impulsar la puesta en valor de estas edificaciones singulares aprovechando espacios, como las antiguas viviendas de los fareros, que han quedado en desuso.