El plan de negocio del banco malo encalla en sus dos primeros años de vida

    • El equipo directivo considera prácticamente imposible cumplir los objetivos de beneficios del actual plan de negocio para 2013 y 2014, que ya está siendo revisado por KPMG.
    • Está en jaque que Sareb se vea forzada a tener que hacer una ampliación de capital ante los problemas para generar beneficios y la falta de acuerdo con inversores extranjeros.
Belén Romana ficha a cinco ejecutivos para el "banco malo" y ya suman ocho
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Ruth Ugalde

Ni tres meses ha durado el plan de negocio del banco malo. Éste fue elaborado por la firma Álvarez & Marsal, en colaboración con PwC y los técnicos del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), antes de que aterrizara en Sareb el equipo directivo de la sociedad.

Éste, capitaneado por la exdirectora general del Tesoro, Belén Romana, considera poco realistas los números y ha encargado a la firma de servicios profesionales KPMG elaborar una nueva hoja de ruta más acorde con las circunstancias económicas, sobre todo, en el corto plazo.

Y es que los nuevos responsables de Sareb consideran prácticamente imposible alcanzar los objetivos de beneficios que se habían marcado para los dos primeros años y que permitirían al banco malo entrar en beneficios desde este mismo ejercicio.

"El principal punto que se está revisando es el calendario, sobre todo en los dos primeros años, más que la rentabilidad media prometida, aunque ahí también podría haber ajustes", señalan fuentes conocedoras de los trabajos.

El plan inicial contempla que Sareb obtenga ya este año un beneficio de 516 millones, ganancia que lograría desprendiéndose de sus mejores activos, que generarían 781 millones; de la venta de las carteras de créditos que adquirirían hedge funds (1.072 millones) y de los intereses de los préstamos inmobiliarios (1.441 millones).

Un primer ejemplo de los problemas que tiene el banco malo para cumplir estas cifras ha sido la falta de acuerdo entre el Gobierno y los fondos de inversión extranjeros con los que estaba negociando su entrada en el capital de la sociedad.

Estas mismas firmas son las que están llamadas a adquirir gran parte de los activos de Sareb, sobre todo, sus carteras de créditos de fallidos.

Toda la estructura de capital, en juego

El principal problema derivado de la imposibilidad de cumplir el plan de negocio de Álvarez & Marsal es que pone en jaque toda la estructura de capital de Sareb y puede abocarla a tener que hacer otra ampliación de capital, que sería la cuarta.

Esto es así porque si el banco malo no llega a los objetivos de beneficios previstos y tiene pérdidas, deberá tirar de su capital, y éste apenas asciende a 1.200 millones en efectivo, después de que el pasado miércoles se cerrara una tercera ronda de financiación, en la que sólo consiguió atraer a dos nuevos inversores: Iberdrola y Banco Caminos.

A pesar de esta amenaza, desde Sareb aseguran que "en estos momentos no contemplamos futuras ampliaciones.

Una segunda lectura de esta afirmación consiste en que el banco malo da definitivamente por rota cualquier posibilidad de que los fondos extranjeros entren en su capital, una discrepancia que también podría jugar en contra de la venta de los activos, ya que éstos figuran entre los potenciales compradores.

Suma y sigue, porque a la imposibilidad de cumplir el plan de negocio en los dos primeros años se añade que los objetivos de rentabilidad inicialmente marcados también están siendo puestos en entredichos.

Éstos situaban entre un 14% y un 15% anual el margen de ganancia que obtendrán los accionista de Sareb con su inversión, algo que los nuevos responsables de la estrategia del banco malo consideran difícil de conseguir.

Especialmente, en esos primeros años, en los que la amenaza de las pérdidas hace que ya no se trate de llegar, o no, a dichos umbrales, sino de conseguir no comerse todo el dinero que tanto ha costado conseguir.

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