El sector, en alerta

La construcción carga contra la reforma laboral: "Provocará cierres y despidos"

Los empresarios defienden el contrato fijo de obra que quiere eliminar el Ministerio de Trabajo. La negociación con la patronal se tuerce y la falta de acuerdo hace peligrar los fondos europeos.

Unos trabajadores echan cemento en un una obra en Las Palmas de Gran Canaria.
La construcción carga contra la reforma laboral: "Provocará cierres y despidos"
EFE

Gran preocupación en el sector de la construcción por la reforma laboral que ha planteado el Ministerio de Trabajo a los agentes sociales en la mesa de negociación. Los empresarios advierten de que las medidas propuestas no solo van en la dirección opuesta a las necesidades del tejido productivo y del mercado laboral, sino que, de llevarse a cabo, supondrán una oleada de quiebras empresariales y despidos de plantillas. Apuntan, en concreto, a la limitación de la contratación temporal y a la desaparición del contrato fijo de obra específico, que es vital para el desarrollo de la actividad en el sector.

El contrato fijo de obra del convenio de la construcción es una adaptación del contrato de obra o servicio determinado a este sector, que nace del acuerdo en la negociación colectiva y que tiene por objeto la realización de trabajos en una obra, hasta que concluya la misma, sin derecho a fijeza por encadenamiento de contratos temporales. Recientemente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha considerado abusivo el encadenamiento excesivo de esta modalidad contractual y, con esa base jurídica, el Ministerio de Trabajo quiere que desaparezca del marco laboral.

En su propuesta para la modernización de las relaciones laborales, el departamento que dirige Yolanda Díaz ha planteado a los agentes sociales la limitación de la contratación temporal a dos únicas causas: por razones productivas, ante picos de demanda, u organizativas, para cubrir bajas de trabajadores con derecho a reserva del puesto. En la práctica, esto supone que desaparecería la modalidad de obra o servicio (incluido el fijo de obra), lo que ha hecho saltar todas las alarmas en el sector. Si bien en algún punto previo de la negociación el Ministerio parecía dispuesto a conservar esta figura, fuentes del diálogo social aseguran que en la última reunión dejaron claro que había que eliminar este tipo de contrato.

Según ha podido saber La Información a través de fuentes del diálogo social, en reuniones anteriores en las que se había abordado la figura del contrato fijo de obra en la construcción el Ministerio lo había valorado como una modalidad estable que podría incluso replicarse en otros sectores. Pero, con la sentencia del TJUE en la mano, Trabajo ha "demonizado" este tipo de contrato. En el encuentro del pasado jueves los técnicos de Díaz dejaron claro que tiene que extinguirse. Pero desde el sector defienden que la litigiosidad de este contrato ha sido prácticamente nula, que está respaldado por los sindicatos y por la justicia, al interpretar que el tribunal europeo no lo ha tumbado, sino que ha establecido que serán los jueces quienes determinen si cumple con los criterios de temporalidad del marco legal.

En este tipo de contrato, España no es un caso aislado. Se trata de una modalidad muy extendida en Francia, con la diferencia fundamental de que en el país vecino estadísticamente computa como contrato indefinido. Según los datos que maneja la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), el sector de la construcción francés presenta una tasa de contratación indefinida del 83,5% (frente al 85,3% de media en el conjunto de sectores), una tasa muy similar a la que registraría esta actividad en España si esta modalidad computase como contrato fijo (sumando el 73,2% de contratos de obra o servicio -las estadísticas no distinguen la especificidad del fijo de obra- más el 5,5% de indefinidos y el 4,7% de conversiones a fijos).

Para el presidente de la CNC, Pedro Fernández Alén, el sector directamente "no funciona" sin esta modalidad contractual. Recuerda que se trata de una modalidad concertada en el diálogo social, que también defienden los sindicatos, y que favorece tanto a empresas como a trabajadores. Hay que recordar que, en los términos que establece el Estatuto de los Trabajadores, cuando el contrato fijo de obra llega a su fin el trabajador percibe una indemnización consistente en el 7% de la suma de todos los conceptos salariales de las tablas del convenio que le hayan sido aplicados durante la vigencia del contrato, de modo que percibe esa "indemnización periódica" que le permite ir "capitalizando su antigüedad", explica Alén.

El presidente de la patronal de la construcción advierte de que si prospera la propuesta de reforma laboral de Yolanda Díaz y desaparece este tipo de contratos del menú vigente, obligando a las empresas a contratar a trabajadores indefinidos, las compañías solo van a tener tres opciones: constituir empresas por obras y liquidarlas una vez finalicen, haciendo cargo al Fogasa de las indemnizaciones de los trabajadores; hacer un ERE cada vez que se termine una obra, colapsando los juzgados; o convertir a los cerca de 1,3 millones de personas que emplea el sector en trabajadores autónomos.

Este es solo uno de los escollos que están bloqueando el acuerdo en la mesa de diálogo social. La CEOE se ha plantado ante una propuesta que califican de "regresiva" e "intervencionista" y consideran "inaceptable". "Advertimos de que estos planteamientos van en contra de la adaptabilidad que necesitan las empresas para poder generar empleo en la actual coyuntura de incertidumbre y transformación, y también de las directrices que nos marca la Comisión Europea en esta materia, con lo que se está poniendo en juego en último extremo la recepción ágil de los fondos europeos que el país necesita para la reconstrucción tras la pandemia", advierten desde la patronal.

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