Constructora brasileña confía en que Morales logre acuerdo sobre carretera

  • La brasileña Oas, firma constructora de una carretera que atraviesa un parque nacional en Bolivia, dijo hoy que confía en que el Gobierno boliviano logrará un acuerdo con las comunidades indígenas que rechazan las obras, luego de que el presidente Evo Morales decidiera suspenderlas temporalmente.

Sao Paulo, 27 sep.- La brasileña Oas, firma constructora de una carretera que atraviesa un parque nacional en Bolivia, dijo hoy que confía en que el Gobierno boliviano logrará un acuerdo con las comunidades indígenas que rechazan las obras, luego de que el presidente Evo Morales decidiera suspenderlas temporalmente.

Tras una serie de disturbios y manifestaciones por parte de las comunidades indígenas que habitan la región de impacto de la carretera, Morales decidió el lunes suspender las obras mientras consulta a las regiones de Cochabamba y Beni, por las que está previsto que pase la carretera.

"Confiamos en el Gobierno pluricultural de Bolivia, en el origen indígena del presidente Morales, que fue el primero en reconocer los derechos indígenas, para que se llegue a un acuerdo sobre el mejor trazado de ese tramo de la carretera", señaló a Efe César Uzeda, director superintendente del Área Internacional de Oas.

Los indígenas amazónicos rechazan la carretera porque atravesará la reserva ecológica del Tipnis y temen que sea depredada y sus territorios invadidos por los productores de hoja de coca, planta base para fabricar la cocaína.

Uzeda consideró que, de acuerdo con el cronograma de la obra, el plazo para iniciar la construcción del segundo tramo a partir de julio del próximo año es un lapso "favorable" para conseguir un consenso.

"No sabemos el mecanismo de cómo el Gobierno boliviano irá a consultar a las comunidades. Eso es un asunto interno y lo respetaremos. Sabemos que existen muchas comunidades también a favor de la obra", apuntó.

Unos 1.500 indígenas que caminan desde el 15 de agosto hacia La Paz fueron víctimas de una represión policial, que incluso Morales calificó de "imperdonable" y motivó el lunes la renuncia de la titular de Defensa, Cecilia Chacón y, por el mismo motivo, el ministro de Gobierno (Interior), Sacha Llorenti, dimitió hoy.

El canciller boliviano, David Choquehuanca, fue obligado a caminar el sábado por más de una hora con los indígenas y su retención aumentó la tensión entre el Gobierno de Morales y las etnias de esa región.

La carretera tiene previstos 300 kilómetros y un costo de 420 millones de dólares, además cuenta con la cooperación del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil para la financiación de compra de materiales, bienes y servicios durante la obra.

En ese sentido, el Gobierno brasileño defendió el lunes una solución negociada en Bolivia y confirmó su disposición a colaborar financieramente con el proyecto por entender que atiende a todas las exigencias ambientales.

De otro lado, el ejecutivo de Oas descartó algún tipo de impacto económico para la obra si hay un eventual acuerdo para un cambio mínimo en el trazado inicial del segundo tramo, comprendido entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos, que uniría los departamentos de Cochabamba y Beni.

"Es una carretera muy importante y estamos listos para comenzar. Por ahora están suspendidos los estudios del tramo y retiramos por cuestiones de seguridad al personal que los adelantaba", detalló Uzeda.

Para la empresa brasileña, los indígenas contrarios a la obra temen "por el impacto de la explotación de la carretera, que estará saturada de camiones y personas y no tanto por la construcción" del proyecto, que forma parte del Plan Nacional de Vías del país andino.

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