Es un indicador clave sobre cómo marcha la actividad del 'ladrillo' y, con ello, un buen termómetro del estado de la economía española y de algunos de los desafíos que afronta, dado su peso en la misma (según los últimos datos de Contabilidad Nacional Anual publicados por el INE, la construcción representó el 5% del PIB nacional en 2021). El consumo de cemento en España encadena cuatro meses consecutivos de caídas tras las registradas en julio y agosto, lo que prácticamente acaba con todo el alza que acumulaba en el año -ese avance apenas queda ya en el 0,2%-.
Según los datos ofrecidos este martes por la patronal del sector, Oficemen, entre enero y agosto se consumieron 9,8 millones de toneladas, 18.996 más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la producción de cemento se redujo un 0,6% hasta los 12,3 millones de toneladas.
El consumo de cemento venía de caer un 0,9% en mayo y un 0,1% en junio, descensos que se han visto superados en julio y agosto con retrocesos del 8,6% y del 5,3%, respectivamente. La ralentización es evidente también si se toman como referencia los datos del último año dado que, aunque aún indican un crecimiento del 2,8%, reflejan un retroceso de dos puntos porcentuales respecto a los datos de junio.
La Agrupación de Fabricantes de Cemento de España agrega además que esto ha provocado que, en valores absolutos, el consumo de los últimos 12 meses descienda por primera vez en lo que va de año por debajo de los 15 millones de toneladas. En los ocho primeros meses del año las exportaciones aceleraron su caída al 21,4% y sumaron las 3,7 millones de toneladas, lo que supone la pérdida de más de un millón de toneladas respecto al mismo período del pasado año. Este empeoramiento se debe principalmente a la fuerte caída experimentada en julio, cuando las ventas en el exterior cayeron un 24,4%.
Los costes eléctricos se disparan un 400% en dos años
Según Oficemen, los costes eléctricos en el sector cementero -uno de los principales sectores electrointensivos del país-se han disparado un 400% en los dos últimos años, situación que se agrava cada día por la crisis energética. Por ello, insisten en que sin unos costes eléctricos competitivos es imposible que la industria cementera española pueda seguir compitiendo con otros productores del arco mediterráneo que pagan mucho menos por sus consumos energéticos, como Argelia, Turquía o Egipto.
La patronal cementera también constata una desaceleración del sector constructor en España y apunta a que en un contexto económico de inflación y escasa inversión reforzar la colaboración público-privada podría paliar en parte el "lastre" que suponen actualmente los elevados volúmenes de obra sin ejecutar, explica el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.
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