Corea del Norte exige a Seúl y Washington cancelar sus maniobras anuales

  • Corea del Norte exigió hoy al Sur y a EEUU cancelar sus próximos ejercicios militares Key Resolve y Foal Eagle, unas maniobras que el año pasado desataron una intensa campaña de hostilidades de Pyongyang que incrementó enormemente la tensión en la región.

Seúl, 16 ene.- Corea del Norte exigió hoy al Sur y a EEUU cancelar sus próximos ejercicios militares Key Resolve y Foal Eagle, unas maniobras que el año pasado desataron una intensa campaña de hostilidades de Pyongyang que incrementó enormemente la tensión en la región.

De celebrarse ambos ejercicios anuales, "las relaciones Norte-Sur llegarían a un punto muerto" provocando "un holocausto inimaginable", advirtió el régimen de Kim Jong-un a través de un despacho publicado por su agencia estatal KCNA.

Por lo tanto, indicó el comunicado, "advertimos severamente a las autoridades de EEUU y Corea del Sur de que detengan estos peligrosos ejercicios militares".

El Key Resolve, cuya fecha exacta todavía no se ha determinado, movilizará durante dos semanas entre febrero y marzo a miles de soldados surcoreanos y estadounidenses para simular escenarios de combate contra el Norte, mientras el Foal Eagle durará unos dos meses y tendrá lugar en marzo y abril.

En el escrito de la KCNA, Corea del Norte calificó ambas maniobras anuales como "ensayos de guerra nuclear" y "provocaciones militares", y negó que sean "de naturaleza defensiva" tal y como defienden cada año Seúl y Washington.

El régimen norcoreano recordó que el líder Kim Jong-un expresó en su mensaje de Año Nuevo el deseo de mejorar las relaciones con Corea del Sur, algo que no será posible si se llevan a cabo estos ejercicios, advirtió.

En marzo y abril del año pasado Corea del Norte emprendió una campaña de hostilidades sin precedentes contra Seúl y Washington en respuesta a la celebración de ambos ejercicios militares, así como a las nuevas sanciones impuestas por la ONU al país comunista por su última prueba nuclear.

La agresiva campaña de Pyongyang, que incluyó amenazas de guerra constantes y el cierre del complejo industrial intercoreano de Kaesong, elevó la tensión en la península de Corea a niveles comparables a los del bombardeo norcoreano de la isla sureña de Yeonpyeong en noviembre de 2010.

EEUU mantiene 28.500 efectivos militares en Corea del Sur y se compromete a defender a su aliado ante un hipotético ataque del Norte como herencia de la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.

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