El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido este viernes de que las medidas de contención para evitar la expansión del coronavirus suponen una "perturbación sin precedentes" sobre la actividad económica del país que tendrá una "intensidad incierta", aunque "muy acusada" en el corto plazo, por lo que ha pedido "más ambición" de las políticas fiscales europeas.
La entidad ha marcado su posición ante esta crisis en un comunicado circulado esta mañana en el que a grandes rasgos viene a decir que los países han hecho su parte, incluido España, con sus paquetes de respuesta fiscal para amortiguar el perjuicio sobre sus economías del desplome de la actividad causado por la medidas de prevención sanitaria, que el BCE ha puesto sobre la mesa el 'bazuka' que los agentes económicos esperaban para estabilizar los mercados financieros y que ahora sólo falta que Europa cumpla su parte y active una respuesta fiscal contundente, al contrario de lo que ha hecho hasta ahora.
Hernández de Cos ha señalado que esa maniobra es crítica y que marcará el devenir de los acontecimientos en los próximos meses, , singularmente, si los efectos económicos del coronavirus se convierten en una crisis pasajera o por el contrario dejan una cicatriz permanente en la economía en forma de recesión.
El Banco de España asegura, en este sentido, que las "necesarias medidas" de contención en España y en otros muchos países europeos han llevado a una disrupción "muy severa" de la actividad , y a pesar de que aún no existen indicadores para precisar la intensidad, afirmó que el deterioro de la actividad será "muy acusado" en el corto plazo.
"La pandemia será un episodio transitorio. Sin embargo, la duración de sus efectos depende crucialmente del éxito de las medidas para reducir los nuevos contagios y, también, de las políticas aplicadas para atenuar el impacto derivado del cese de la actividad de muchas empresas y de las consiguientes pérdidas de empleo", subrayó el gobernador.
En su opinión, las políticas públicas son "cruciales" para evitar que lo que es una caída transitoria de actividad y rentas de familias y empresas acabe transformándose en una más persistente.
En esta línea, recuerda que la mayoría de los gobiernos de la UEM han adoptado importantes medidas presupuestarias de apoyo a familias, autónomos y empresas que "deberían amortiguar de manera sustancial" el impacto de esta crisis, pero pide políticas fiscales "más ambiciosas" y mayor "coordinación" entre los países de la UE.
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