Genera dudas sobre su alcance

La UE sienta la base para la recuperación conjunta... sin concretar su ambición

Así se negocia el mayor fondo de rescate de la historia de Europa. / EFE
Así se negocia el mayor fondo de rescate de la historia de Europa. / EFE

Bruselas se rearma para sobreponerse a la pandemia... sin grandes concreciones. La Unión Europea (UE) ha puesto la primera piedra para conseguir una reconstrucción económica común tras la pandemia de coronavirus, que no deje solo a ningún país, pero la falta de detalles en el plan pactado este jueves, tal y como ha recogido 'Efe', genera dudas sobre la envergadura de una recuperación que debe comenzar con urgencia.

En una breve cumbre por videoconferencia, los líderes comunitarios pactaron este jueves crear un fondo de recuperación ligado al presupuesto comunitario para costear las medidas billonarias necesarias para sacar a la economía de la recesión que se avecina este año, pero dejaron en manos de la Comisión Europea el diseño de ambas propuestas sin pactar su volumen o funcionamiento. Pese a ello, la mayoría de expertos ve el vaso "medio lleno" tras la reunión.

La Unión Europea ha sido más rápida de lo habitual, y desde luego más veloz que en la crisis financiera, la propuesta contiene elementos que atienden a las sensibilidades de los países del Norte y del Sur, y se abandona la idea de que cada país salga de esta crisis por sus propios medios, que hace apenas unas semanas estaba sobre la mesa.

La pega es que la falta de concreción y de un calendario para poner en marcha el plan amagan con retrasar la respuesta y no convencen a los mercados. "Tenemos algunos elementos de cómo podría ser el fondo, pero los detalles son tan poco claros que no podemos evaluar su impacto", admitía Guntram Wolff, director del centro de estudios Bruegel, en un debate para analizar los resultados de la cumbre.

La idea del Ejecutivo comunitario pasa por emitir deuda con el respaldo del presupuesto de la UE, que se aumentaría temporalmente, para obtener financiación en el mercado y trasladarla después a los Estados también a través del presupuesto comunitario. Las cifras que baraja estarían entre 1,6 y 2 billones de euros y las ayudas se desembolsarían en forma de subvenciones o préstamos en una proporción aún por determinar.

Vincular el fondo de recuperación al presupuesto comunitario permite suavizar las reticencias de algunos países, sobre todo en el Norte, puesto que se trata de un instrumento conocido y que garantiza que el gasto está controlado por la Comisión y la Eurocámara. "No se trata de crear un nuevo instrumento difícil de consensuar, como eran los eurobonos. La canciller alemana, Angela Merkel, ya había dicho que tenían que ser instrumentos ya existentes", explica a Efe el director en Bruselas de la Fundación Robert Schuman, Eric Maurice.

A su juicio, el que la Comisión emita deuda con el respaldo del presupuesto comunitario es un compromiso que "permite al Sur no tener que soportar el coste de endeudarse a tasas más elevadas, y da garantías al Norte de que no tendrá que preocuparse de si el Sur pagará después". "La responsabilidad de la deuda recaerá sobre el presupuesto de la UE y no podremos decir que Italia tendrá que reembolsar la deuda y si no lo hace será Holanda la que paga", explica.

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