Primera etapa de la desescalada 

¿Toda España en Fase 0? El virus se ceba con Madrid, Cataluña y las dos Castillas

Sánchez fija cuatro fases para reabrir la economía por provincias y sin calendario
Sánchez fija cuatro fases para reabrir la economía por provincias y sin calendario

España entera se prepara para volver a las calles. Siete semanas de confinamiento pesan y solo la idea de salir de casa es casi un sueño. Por eso el 'Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad', como ha bautizado el Gobierno al proceso de desescalada que se va a iniciar este fin de semana, fue recibido el martes como un soplo de aire fresco entre la ciudadanía. Pedro Sánchez informó de que será el Ejecutivo el que examine si las provincias cumplen los requisitos para saltar de una fase a otra, pero todas las comunidades autónomas entrarán al mismo tiempo en la denominada 'Fase 0'. Será el próximo lunes cuando, según lo anunciado, se producirá una apertura generalizada a nivel estatal que preocupa a algunos expertos porque, con los datos en la mano, varias regiones todavía presentan una alta incidencia del coronavirus. 

El pasado 26 de abril los menores de 14 años comenzaron a salir a la calle acompañados por un adulto, sin discriminación territorial. La próxima medida de alivio llega este sábado, 2 de mayo, con el permiso para realizar deporte sin contacto de manera individual al aire libre, también a nivel nacional. A la espera de que se concreten las condiciones, y si se podrá salir a pasear acompañado de una persona con la que se convive -Sánchez lo afirmó el martes pero Fernando Simón lo puso ayer en duda- la próxima fecha marcada en rojo en el calendario es el 4 de mayo, cuando arrancará esa 'Fase 0' en todas las comunidades autónomas.

¿Qué se podrá hacer en ese primer periodo de preparación? Se podrá salir, como hasta ahora, a realizar todas las actividades consideradas esenciales, como ir a la compra, a la farmacia o a trabajar. También se podrá pasear con los niños durante una hora al día, según las normas establecidas, o salir a hacer deporte en base a unas condiciones que aún están por fijar. Igualmente, y siempre según lo anunciado (hasta que no se publique en el BOE, no es oficial) se permitirá la apertura de pequeños locales con cita previa para la atención individual de clientes, por ejemplo, peluquerías o restaurantes para la recogida de comida, con horario de atención preferente para mayores de 65 años y contando con medidas de protección individual. 

El plan del Ejecutivo es que todas las provincias de todas las comunidades autónomas entren a la vez en la 'Fase 0', independientemente de su situación actual, excepto  Formentera (Baleares) y La Graciosa, La Gomera y El Hierro (Canarias), que por su menor incidencia del virus empezarán directamente en la 'Fase 1', de mayor apertura. A partir de ese momento, el Gobierno vigilará si las provincias o islas cumplen los objetivos para ir avanzando en las distintas fases en base a unos indicadores epidemiológicos y de capacidad asistencial, de movilidad, sociales y económicos, cuyos baremos aún no se han especificado.

DESESCALADA
 

Uno de los indicadores clave, además del número de casos diarios de contagios y fallecimientos por Covid-19, es la incidencia acumulada, que agrupa los casos por cada 100.000 habitantes notificados (diagnosticados por PCR) en los últimos 14 días. Este factor tiene especial importancia para los expertos porque es determinante a la hora de analizar la evolución de la pandemia y adoptar medidas con vistas a dos semanas. El Gobierno no ha desvelado en qué horquillas se va a mover para considerar que este indicador se comporta favorablemente y permite a una provincia pasar de fase, pero los datos muestran que las diferencias territoriales son abismales a estas alturas y muchos se cuestionan si la entrada de lleno de todo el territorio en la 'Fase 0' es acertada.

Desde principios de abril, este índice -que llegó a estar por encima de 200- inició un progresivo descenso a nivel nacional, si bien ayer, en consonancia con el repunte de los contagios, volvió a subir hasta situarse en 86,29 casos por cada 100.000 habitantes. El dato prácticamente se dobla en Madrid, con 168,67 casos, y en Castilla y León, con 165,45 casos. Por detrás se sitúan Cataluña (158,29) y Castilla-La Mancha (154,56). Estas cifras contrastan enormemente con las que registran, por ejemplo, Murcia (9,04) o Canarias (10,54) y cuestionan la apertura inicial conjunta en esa 'Fase 0' de todos los territorios, ante el complejo equilibrio entre descomprimir la presión en los domicilios y retomar la actividad económica para volver a producir y contener la dispersión del virus.

China cerró Wuhan con 500 casos

Los datos demuestran que la pandemia no está golpeando por igual a todos los territorios y que varios siguen en niveles de incidencia muy altos. Madrid, Cataluña y las dos Castillas concentran más de dos tercios del total de infectados y el 70% de las muertes. La situación de la capital sigue siendo especialmente crítica. Ayer se registraron 981 nuevos contagios. Por poner la cifra en contexto: China cerró la ciudad de Wuhan cuando se habían detectado 500 casos. El economista Miguel Sebastián aportaba esta reflexión ayer en Twitter: "En los últimos 5 días sólo Madrid ha tenido más casos que toda Grecia en toda la pandemia, 2,6k. En los últimos 10 días, más que todo Australia 6,7k. En los últimos 15 días, más que todo S.Corea en toda la pandemia, 10,7k. ¿De verdad estamos en Madrid listos para la 'Fase 0?'".

"Los territorios con una incidencia acumulada más alta concentran una mayor carga viral, por lo que el movimiento y el contacto con otros puede ser más peligroso en las zonas en las que hay más gente contaminada", advierte al otro lado del teléfono Kika Colom, microbióloga de la Universidad Miguel Hernández, para quien "sería bueno que el Gobierno tuviera en cuenta la situación de la que parte cada provincia desde la Fase 0". Colom es partidaria de la desescalada heterogénea y, de hecho, plantea que existen regiones, como determinadas islas o zonas rurales de la España vacía, que ya deberían haber empezado la desescalada, pero siempre de manera diferenciada, en función del riesgo, porque "bajar las barreras es más peligroso cuanta más gente contaminada haya".

Coincide con este planteamiento Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), quien considera, no obstante, que "aunque el riesgo nunca es cero", las medidas de apertura planteadas para esta fase de preparación "no conllevan un riesgo inherente si se hace bien". Eso sí, advierte de que "se ha descargado la responsabilidad sobre el conjunto de la población, que debe actuar con solidaridad". Las autoridades, por su parte, "deben monitorizar la situación para, en caso de detectar incumplimientos, poder tomar decisiones", matiza.

A la espera de conocer los criterios específicos que va a tener en cuenta el Gobierno central para dar el visto bueno al cambio de fase por provincias, ambos expertos hacen hincapié en que, en cualquier momento, podemos retroceder en el plan de desescalada. "Si empezamos a salir y en 15 días se disparan las cifras, caminaremos hacia atrás", avisa Colom, para quien es fundamental "la concienciación ciudadana y el mantenimiento de las medidas de distanciamiento e higiene". "Mantener el equilibrio entre salvaguardar vidas y salvaguardar medios de vida es muy difícil", destaca Hernández, en referencia a la necesidad de reabrir la actividad económica de manera paulatina, protegiendo la salud por encima de todo. 

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