Crisis del coronavirus

Trabajo vigilará ante la amenaza de una oleada de ERTE encubiertos por el virus

YOLANDA DÍAZ
YOLANDA DÍAZ

La epidemia del coronavirus ha traspasado el ámbito sanitario y se ha convertido en un problema económico de primer orden. La falta de suministros preocupa seriamente a las empresas y el Gobierno ya ha anunciado un plan de choque para paliar los daños que pudiera provocar esta crisis. El doble mensaje de calma y urgencia que está trasladando el Ejecutivo ha provocado una gran incertidumbre en el tejido empresarial y los consultores ya anticipan una oleada de expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE). En mitad de todo este ruido, fuentes del Ministerio de Trabajo consultadas por La Información advierten de que se están mirando con lupa todos los procesos y vigilando que las empresas no aprovechan la coyuntura para llevar a cabo ERTE encubiertos.

"El Ministerio está redoblando los esfuerzos para que el control de los ERTE sea exhaustivo", comentan desde Trabajo. La polémica guía editada por el departamento que dirige Yolanda Díaz para la actuación en el ámbito laboral en relación al coronavirus recuerda que las empresas tienen la posibilidad de presentar expedientes temporales de empleo, si bien recapitula una serie de causas y circunstancias que deberán ser tenidas en cuenta por las compañías a la hora de iniciar los trámites. Los técnicos del Ministerio harán una inspección a fondo de todos los procesos presentados para garantizar que cumplen con la normativa. 

La guía establece que las compañías pueden presentar ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción –por ejemplo, ante la escasez de aprovisionamiento de recursos necesarios para la actividad o por un descenso de la demanda– o derivadas de fuerza mayor (generadas por hechos o acontecimientos involuntarios, imprevisibles, externos al círculo de la empresa y que imposibilitan la actividad laboral), por ejemplo, si los índices de absentismo impiden la continuidad de la actividad o si existe una decisión de la Autoridad Sanitaria que aconseje el cierre del centro de trabajo.

En todo caso, la guía avisa de que cualquiera que sea la causa, la empresa deberá seguir el procedimiento establecido en la ley, que incluye el preceptivo periodo de consultas con la representación del personal o comisión ad hoc constituida al efecto, teniendo en cuenta que dicho procedimiento se aplica cualquiera que sea el número de personas trabajadoras afectadas. Y en el caso de que la interrupción de la actividad se entienda ocasionada por fuerza mayor, será necesaria la previa autorización de la autoridad laboral, aplicándose las peculiaridades previstas respecto de tal causa.

Fuentes jurídicas adelantan que no va a ser fácil para la autoridad laboral resolver estas solicitudes, constatando que se dan las circunstancias y relación causal derivada de la fuerza mayor, antes de permitir a las empresas suspender los contratos de trabajo por el tiempo que dure la causa temporal. Recuerdan el caso de la multinacional japonesa Fujitsu, que anunció un ERTE en su factoría de Málaga que después tuvo que aplazar al contar por el momento con material suficiente para el desarrollo de su actividad, mientras busca nuevos proveedores. "Hay que tener muy claras las causas de fuerza mayor", matizan estas fuentes.

Reunión urgente en la CEOE

Y por otro lado está el coste. Hay que recordar que durante un ERE temporal –suspensivo o de reducción de jornada– el trabajador cotiza igual que antes de encontrarse en esta situación, aunque ve reducido su salario. La empresa, por su parte, sigue cotizando por el 100% de la cuota empresarial, mientras los servicios públicos de empleo cotizan por la aportación del trabajador, descontándola de la prestación por desempleo. En este sentido, los empresarios ya están maniobrando para evitar el pago de estas cuotas, según ha podido saber La Información a través de fuentes de la patronal.

En concreto, la CEOE está preparando un documento de propuestas al Gobierno que incluye la petición de la suspensión del pago de las cuotas a la Seguridad Social por parte de las empresas durante los ERTE planteados por una causa de fuerza mayor. Esta misma tarde la Confederación ha convocado una reunión urgente para valorar la situación que están atravesando los distintos sectores por el impacto del coronavirus y recoger sus planteamientos sobre posibles medidas a adoptar por parte del Ejecutivo en materia económica, fiscal y laboral.

La Confederación ya ha pedido al Gobierno que no sean las empresas las que asuman el coste de las bajas por las cuarentenas o aislamientos de trabajadores y ahora va a dar un paso más en solicitar medidas paliativas ante la magnitud que está adquiriendo esta crisis. En este contexto se enmarca la petición de exoneración de estas cuotas, que de hecho ya está contemplada en la guía laboral, aunque se fija que únicamente en el caso de la "declaración de una zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil" la Tesorería General de la Seguridad Social o el Fondo de Garantía Salarial podrán hacerse cargo de las obligaciones económicas en los casos de extinciones o suspensiones de los contratos de trabajo o reducciones temporales de jornada.

El Gobierno, pese a medidas extremas como la paralización de la actividad educativa en toda la Comunidad de Madrid, insiste en que la crisis del coronavirus se encuentra todavía en una fase de "contención reforzada" y desde el Ministerio de Trabajo llaman a la calma. "No estamos en la situación de Italia ni mucho menos de China", aseguran. No obstante, en materia económica el presidente Pedro Sánchez ya ha anunciado (sin especificar) un paquete de medidas. Una de las que se están contemplando, precisamente, consiste en reforzar la protección de los trabajadores afectados por posibles ERTE de manera que el tiempo de paro consumido no se tenga en cuenta.

Desde el entorno de Yolanda Díaz evitan adelantar medidas concretas pero abren la puerta a valorar todas las opciones. "La situación es cambiante y estamos trabajando estos días para ultimar el plan de choque", adelantan. Eso sí, matizan que la adopción de medidas excepcionales como por ejemplo las que aquí se plantean en materia de ERTE no será unilateral sino que pasará por el diálogo social. 

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