Evitar saqueo de estantes 

¿Horror en el híper por el coronavirus? Solicitan a la OMS que eche un capote

Supermercado en Bérgamo./ Cedida
Supermercado en Bérgamo./ Cedida

La crisis sanitaria del coronavirus, que ya se ha cobrado más de 3.100 vidas, empieza a preocupar en el sector retail en general y en el de la alimentación en particular. Por un lado, porque la cadena de producción pasa por países en los que la epidemia se ha extendido, como China o Corea del Sur; por otro, porque la histeria colectiva a causa del coronavirus pueda derivar en un caos similar al de Italia, donde se han llegado a vivir saqueos de supermercados. Por todo ello, la OMS ha realizado un llamamiento a la calma: "No hay que banalizar ni entrar en una situación de pánico o irracionalidad".

Estas palabras pronunciadas en el último Congreso de Desarrollo Sostenible organizado por Aecoc y FIAB por María Neira, directora de Salud Pública y determinantes ambientales y sociales de la Salud de la OMS, reflejan la complicada posición del organismo ante la crisis: no puede eliminar la alerta sanitaria global, pero tampoco puede permanecer indiferente ante la histeria colectiva que se ha vivido en los últimos días. Un buen ejemplo son las mascarillas que se han agotado en muchos puntos de venta en España debido al pánico de la población. Otro son los geles desinfectantes de manos, que nunca habían gozado de tanta popularidad.

Hay otro dato preocupante: la intención de compra de productos no perecederos (latas de conservas y similares) se ha disparado un 14% en las últimas semanas, tal y como desvelaba recientemente Tiendeo. En concreto, los productos con mayor incremento de búsquedas son las galletas (+87%), la pasta (incremento del 76%), el agua (+58%), el aceite (+54%), el arroz (+34%), las conservas (+15%) o los congelados (+8%). Uno de los productos del hogar que más ha incrementado su intención de compra es el papel higiénico, algo que ya sucedió en el Reino Unido cuando el Brexit sin acuerdo se vislumbraba como una posibilidad real y el miedo a quedarse aislados de los productores extranjeros de papel higiénico llevó a los propios supermercados a hacer acopio.

Intención de compra de productos no perecederos

El ejemplo del Reino Unido no es baladí. En los últimos días, los supermercados británicos han aumentado su capacidad de abastecimiento para evitar que las estanterías queden vacías y desaten aún más pánico por el coronavirus. Se trata, además, de una respuesta directa a la situación vivida en tiendas y supermercados en Italia, que pretenden evitar a toda costa.

Sin embargo, en España la situación parece más controlada. No existe un plan de choque que prevea un escenario como el de Italia, tal y como explican a 'La Información' fuentes del sector. "La distribución en España cuenta con un amplio número de plataformas logísticas y alrededor de 23.000 puntos de venta en todo el territorio nacional. La eficiencia de la organización logística de la distribución en España hace que estemos preparados para atender los repuntes en la demanda de alimentos. Por lo tanto, no cabe esperar problemas en el suministro de productos y no es necesario hacer compras extraordinarias fuera de las necesidades normales de consumo".

En este sentido, desde el sector también se insta a evitar que el pánico se apodere de los consumidores, en un momento en el que "no hemos observado cambios significativos en los hábitos de consumo. La tónica general en estos días es la normalidad, dentro del repunte que se suele observar en todos los finales de mes. Pero sí se detecta una mayor demanda de productos relacionados como la prevención ante el COVID-19, como son los geles higiénicos de manos".

Por su parte, María Neira considera que los supermercados deben "aguantar la presión mediática o política y tomar solo medidas epidemiológicas o basadas en la ciencia". Algo que se aplica también a otros ámbitos del retail, como los centros de venta de bricolaje o de electrónica, donde Aecoc explica que no existe riesgo alguno de contagio por mucho que la producción provenga de países como China. "Es en las fábricas [en los países productores] donde existe riesgo, por lo que la mayor preocupación es que afecte a la cadena de producción, pero nunca por el posible contagio".

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