Corporación Financiera Issos renuncia al consejo de Reyal Urbis

  • Corporación Financiera Issos ha presentado su renuncia al cargo de consejero que ostentaba en el consejo de administración de la inmobiliaria Reyal Urbis, en concurso de acreedores con un déficit patrimonial de 1.699,4 millones de euros.

Madrid, 20 ene.- Corporación Financiera Issos ha presentado su renuncia al cargo de consejero que ostentaba en el consejo de administración de la inmobiliaria Reyal Urbis, en concurso de acreedores con un déficit patrimonial de 1.699,4 millones de euros.

La renuncia de Corporación Financiera Issos supondrá la salida de su representante, José Ramón Carabante de la Plaza, muy conocido en el mundo empresarial deportivo.

Según ha indicado hoy la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la renuncia se comunicó a la sociedad el pasado martes.

De hecho, en marzo del pasado año, Carabante sustituyó al exministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer en el máximo órgano de gobierno de la inmobiliaria.

Corporación Financiera Issos, que controla el 0,613 % del capital de la inmobiliaria Reyal Urbis, tiene un consejero en la compañía, puesto que antes de Carabante ocupaba Boyer, que causó baja por enfermedad.

Reyal Urbis perdió 357,6 millones de euros en los nueve primeros meses del año, el 39 % más que los números rojos registrados un año antes, afectada por la caída de las ventas y las provisiones por deterioro de activos.

El endeudamiento financiero neto de la compañía se redujo un 3 % hasta los 3.492,3 millones.

La Administración Concursal ha apremiado recientemente a Reyal Urbis a que logre cuanto antes un convenio con sus principales acreedores para no entrar en disolución, mientras la inmobiliaria ha presentado una propuesta de escaso éxito y ha interpuesto un incidente concursal para intentar dilatar el proceso.

Según indicaron a EFE fuentes próximas a la negociación, la inmobiliaria que preside Rafael Santamaría ha planteado a las entidades financieras acreedoras una propuesta inicial que contempla una quita en torno al 90 % de la deuda, que se pagaría en diez años (siendo los primeros de carencia).

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