En pleno enfriamiento de la actividad

El coste de suministros y la falta de mano de obra frenan el despegue de la vivienda

Los fondos Next Generation pueden ser claves para lograr este propósito ahora que el crédito se ha encarecido y la banca empieza a cerrar el grifo y cuando no se descarta que la actividad frene en seco a final del ejercicio

Construcción de viviendas
El coste de los materiales a falta de mano de obra frenan el despegue de la vivienda
Pixabay

En apenas una semana y con la precampaña de las municipales y autonómicas a pleno rendimiento, el Gobierno Central ha anunciado que movilizará 50.000 viviendas de la Sareb para destinarlas a alquiler social y la puesta en marcha de otras 43.000 que asignará a ese mismo fin -vía fondos europeos. Tanto en uno como en otro caso el Ejecutivo rehabilitará aquellas de las que ya dispone, pero planea incorporar además otras de nueva construcción -que en el caso del conocido como 'banco malo' ascienden a un total de 15.000-. Las ayudas de los Next Generation pueden ser claves para lograr este propósito en un momento en el que el crédito se ha encarecido y la banca empieza a cerrar el grifo y en el que, sobre todo, persisten dos de los grandes problemas con los que el sector ha tenido que lidiar de antes de la pandemia a esta parte: el fuerte encarecimiento y la escasez de materiales básicos y falta de mano de obra especializada.

Las empresas tienen serias dificultades para encontrar trabajadores y la propia patronal, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), ha solicitado al Ejecutivo que ponga en marcha un plan de choque que facilite el acceso a las mujeres (a día de hoy apenas representan el 11% del total de mano de obra del sector), a los jóvenes, a los inmigrantes o a los desempleados que quieran reciclarse para que se incorporen a la mermada bolsa de trabajo de la construcción. Los empresarios calculan que el déficit de personal en la obra ronda el medio millón de trabajadores.

Con respecto al otro gran reto, el de los costes de la construcción en España, estos se han incrementado significativamente desde enero de 2021, un alza que se inició por la fuerte reactivación de la demanda global que trajo consigo la reapertura de la economía tras la pandemia de Covid, pero que se agravó al estallar de la guerra en Ucrania. Solo tomando como referencia los últimos datos de que dispone el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, los costes de construcción subieron un 7,02% en enero de este año en términos interanuales, precisamente por ese  encarecimiento de los materiales (venían de subir de media un 12,8% en el conjunto del año pasado).

Este índice oficial se situó en los 128,05 puntos en el primer mes del año, ligeramente por encima del nivel que alcanzó en diciembre, aunque por debajo del récord histórico de 131,56 puntos que llegó a registrar en mayo del año pasado. La tensión se ha ido rebajando en los últimos meses, pero para las empresas del sector sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza junto con el encarecimiento de los costes de financiación a raíz de la subida de los tipos de interés, el enfriamiento de la actividad -que servicios de estudios como el de Funcas advierten que se producirá en el segundo semestre, cuando no descartan incluso un parón-, la incertidumbre y esa falta de mano de obra.

Una perspectiva algo más amplia -que abarca el conjunto del primer trimestre- la ha ofrecido recientemente la Sociedad de Tasación. Según los cálculos de la que es una de las principales tasadoras inmobiliarias del país entre enero y marzo de este año aquellos costes que impactan directamente sobre la vivienda de obra nueva han alcanzado los 1.182 euros por metro cuadrado, lo que supone un incremento del 6,87% en relación al mismo periodo del ejercicio previo. 

El Gobierno prevé que los materiales sigan moderándose en 2023

"Desde el Gobierno somos conscientes de la necesidad de mano de obra en algunos sectores y se están analizando fórmulas y fomentando la formación para facilitar la incorporación de más personas al sector", explican a 'La Información' fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Al mismo tiempo recuerdan que en el caso de las materias primas la tendencia es a la moderación desde hace meses y que, a la vista de los datos, el escenario actual ya no es el mismo que el del segundo semestre de 2021 y el primero del año 2022 en el que se producían alzas exponenciales y en periodos de tiempo muy cortos de los precios de las materias primas y de la energía. 

Las materias primas más críticas relacionadas con el sector de la construcción han empezado a atenuar el ritmo de subidas de precios y "se espera en muy corto plazo alcancen el punto de equilibrio", señalan las mismas fuentes. En el caso de los precios de la energía y de los combustibles, que de forma indirecta afectan al sector construcción, inciden en que también se observa una tendencia importante de reducción de precios. En los últimos meses, explican, el precio de los metales industriales en los mercados internacionales ha descendido de forma marcada y los mercados de futuros apuntan a una cierta estabilización de las cotizaciones. En este contexto, es de esperar que los costes de los materiales de la construcción en España sigan moderándose en 2023.

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