Una pensión imposible... los autónomos llegan a su retiro con 599 euros menos

Los responsables del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que dirige José Luis Escrivá, y los representantes de las asociaciones de autónomos, ATA, UPTA y Uatae, ligadas respectivamente a CEOE, UGT y Comisiones Obreras, lograron cerrar en la madrugada del miércoles, fuera de plazo y tras meses de negociación, el acuerdo para modificar el sistema de cotización de los trabajadores por cuenta propia vigente -que permite elegir la base de cotización- para pasar a un nuevo sistema en el que las cotizaciones se determinarán a partir de los ingresos reales. Ha sido un duro camino, necesario para cumplir con Bruselas, y generar nuevos ingresos para un debilitado sistema público de pensiones, pero posiblemente sea insuficiente para reducir de forma considerable la gran brecha que existe entre las pensiones entre trabajadores autónomos y asalariados.

Las aportaciones realizadas a la Seguridad Social por los trabajadores y las empresas tienen un gran impacto en la futura pensión de jubilación y el 'error' de muchos autónomos, condicionados por el mecanismo vigente, es que optan mayoritariamente por las bases más bajas de cotización. Así, casi el 86% de los trabajadores por cuenta propia -personas físicas- eligen la base mínima, lo que se traduce en que un tercio de las prestaciones de jubilación de este colectivo son mínimas. Pese a todo, según una encuesta realizada por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), cuatro de cada diez estarían dispuestos a aportar más si eso se tradujese en una mayor prestación en su vejez. Según se desprende de la estadística de pensiones que elabora de forma periódica el ministerio, la prestación media de jubilación de los trabajadores autónomos era el pasado junio de 835 euros, frente a los 1.404 que percibían los retirados del Régimen General.

Eso implica que cada año de jubilación los autónomos pierden casi 8.000 euros con respecto a los asalariados, debido a las escasas aportaciones realizadas en forma de cotización. Junto a esto, conseguir esa prestación mucho menor conlleva otro sacrificio, derivado de tener que trabajar durante más años para lograr un retiro semidigno. Así, extienden su vida laboral hasta los 66,1 años, un año y cuatro meses más que los trabajadores del Régimen General. El caso de las autónomas es especialmente llamativo, ya que se retiran de media a los 66,6 euros con pensiones que de promedio son de 783 euros.

Solo 14% de los trabajadores por cuenta propia, frente al 51% de los asalariados, y en el 80% de los casos sus pensiones no llegan a mil euros mensuales

La estadística de mayo muestra que apenas un 14% de los trabajadores por cuenta propia se retira de forma anticipada -antes de los 65 años- un porcentaje que sube hasta el 51% entre los asalariados. La pensión media de retiro en los primeros es de 865 euros y en el segundo colectivo, de 1.464 euros, prácticamente 600 euros. Junto a esto, las tablas muestran que una de cada cuatro pensiones de jubilación requiere un complemento a mínimos, un porcentaje que supera el 30% en el caso de los trabajadores por cuenta propia y se reduce al 18% en el caso de los del Régimen General. La prestación de retiro de un autónomo no rebasa los 1.000 euros en el 80% de los casos, frente al 50% de la media de trabajadores jubilados en la Seguridad Social.

En 2022, la pensión máxima con la que se puede jubilar un autónomo ha subido 113 euros al mes y se sitúa en 2.820 euros mensuales y dos pagas extra por la misma cantidad. Los topes aumentaron este año porque la primera parte aprobada de la reforma de las pensiones contempla la revalorización de las pensiones conforme al Índice de Precios al Consumo (IPC). El límite por abajo se queda en 638 euros, también en 14 pagas, que es la que cobraría los jubilados menores de 65 años con cónyuge no a cargo. Esto supone apenas 8.935 euros anuales.

Solo 13.722 autónomos persona física cotizan tres veces más que la base mínima, lo que supondría poder obtener la pensión máxima 

Según los datos de la Seguridad Social relativos a marzo de este año, en torno a 13.722 autónomos persona física de un total de dos millones cotizan tres veces más que la base mínima que es de 960 euros, lo que supondría poder obtener la pensión máxima si se cumplen otros requisitos de edad y años de cotización y esa dinámica la han mantenido así durante los 25 años anteriores a la jubilación. Nunca podrían superar la prestación máxima establecida aunque cotizasen más, algo que también les sucede a los asalariados. Si incluimos a todos los autónomos, personas físicas y jurídicas, sumarían 3,33 millones, de los que el 64% cotizan por la mínima y 45.000 tres veces la base mínima.

El 64% de los trabajadores autónomos son hombres, aunque en Asturias y Galicia el porcentaje de mujeres supera el 40% y la presencia de estas es testimonial en sectores como la industria y la construcción. Ocho de cada diez trabajadores por cuenta propia tiene más de 40 años y hasta un 90% de los autónomos menores de 40 años cotizan por la mínima y el 7% simultanea su actividad con otra por cuenta ajena, según los datos facilitados por el ministerio a mes de marzo.