La incertidumbre internacional golpea al mercado laboral español. El paro creció en julio por primera vez este año -y desde 2008 en un mes de julio- en 3.230 personas, lo que supone un incremento de una décima con respecto al mes anterior, pero que significa romper una tendencia y da una señal de alerta sobre los próximos meses. De hecho, es el Ministerio de Trabajo el que justifica este crecimiento de los desempleados en la segunda mitad del mes por las dudas sobre la situación global, con el foco en la guerra de Ucrania y lo que pueda suceder con el suministro energético y los precios del gas y la electricidad. No obstante, cabe señalar que julio suele ser un mes malo para el sector de la Educación, tras terminar el año escolar, 23.708 profesionales se han registrado como desempleados.
También destaca el incremento en el sector Servicios, pese a estar en plena temporada de verano. El paro en este ámbito ha subido en 11.237 personas, según los datos de Trabajo. También ha subido en la Agricultura y en la Construcción, aunque por debajo de las 1.000 personas en ambos casos. En el lado contrario, 7.899 personas que no tenían empleo antes de apuntarse al paro han salido de esta situación. En la Industria, el paro baja en 1.909 personas. El desempleo se ha reducido entre los menores de 25 años, pero ha crecido entre las personas que superan esa edad. Por sexos, el paro crece entre las mujeres un 0,27% y cae entre los hombres un 0,12%.
Por comunidades autónomas, lideran las subidas del desempleo Cataluña, Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid. En cambio, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Asturias son las regiones donde, en cifras absolutas, más se redujo el desempleo durante el mes de julio. Con respecto a julio de 2021, el paro se ha reducido en 532.683 personas y la cifra global de desempleados es la más baja en un mes de julio desde 2008, 2.883.812 personas, tras caer por debajo de los 3 millones por primera vez desde la anterior crisis en el pasado mes de mayo.
La contratación indefinida sigue al alza tras los cambios introducidos en la reforma laboral. En el mes de julio, representaron el 41,44% del total de contratos firmados. Son 685.992 de los 1,6 millones registrados. De estos, 282.252 son a tiempo completo, 159.150 a tiempo parcial y 241.590 contratos indefinidos son fijos discontinuos. En comparación con el mismo periodo del pasado año, la contratación indefinida ha crecido un 130% y supone casi un millón de contratos más.
Destrucción de empleo
En términos de afiliación, los datos son más negativos de lo que esperaba el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Si bien en términos desestacionalizados se han creado 9.104 empleos, en cifras absolutas, teniendo en cuenta las medias mensuales, se han destruido 7.366 puestos de trabajo. La diferencia se produce porque en el primer caso, el Ministerio elimina los posibles efectos del calendario sobre las cifras registradas, para lograr una comparación más homogénea entre los doce meses del año. Volviendo a la media mensual, en julio había 20.340.964 cotizantes a la Seguridad Social.
El Ministro de Seguridad Social avanzó que en el séptimo mes del año se podría registrar un incremento de 30.000 cotizantes, en el avance de los datos de afiliación que realiza cada mes. Sin embargo, las dos últimas semanas han sido más negativas de lo que se había estimado y esto ha resultado en una destrucción de empleo por primera vez en un mes de julio. El Ministerio admite que hay cierta "moderación del crecimiento" pero la sitúa en "sectores muy singulares como Administraciones Públicas, Educación, Construcción y Agricultura". En esta línea, cree que los motivos pueden ser "factores de naturaleza transitoria o factores meteorológicos".
La contratación indefinida también muestra su músculo en términos de afiliación. Según los datos del Ministerio, el 80% de los cotizantes tiene un contrato indefinido, lo que supone 11 puntos más de lo habitual antes de la pandemia. Esta mejora en la temporalidad se acentúa entre los jóvenes, cuyo porcentaje de trabajadores con un contrato indefinido ha crecido en 30 puntos respecto al promedio de este mes.
Los datos de este martes suponen un jarro de agua fría para las previsiones económicas del Gobierno. Aunque el Ejecutivo ya advierte sobre un otoño negro, las expectativas sobre el mercado laboral han sido las más optimistas de entre los datos macroeconómicos en los últimos meses. El aumento del paro y la destrucción de empleo en un mes tradicionalmente para el turismo y el consumo privado avanzan los nubarrones sobre la economía y son una muestra de la ralentización en la contratación. En la última Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa de paro fue del 12,48%, mejor que el 12,8% que el Gobierno pronostica para todo este año. Sin embargo, Moncloa ya prevé que la inflación repercuta en la creación de puestos de trabajo en 2023, una consecuencia que podría haberse avanzado, a tenor de los datos de julio.
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