Crece interés de Brasil de atraer conocimiento tecnológico para su industria

  • El Gobierno brasileño está cada vez más interesado en adquirir conocimientos tecnológicos especializados para mejorar el desarrollo, innovación y competitividad de su área industrial, según muestran recientes contratos y acuerdos de cooperación internacional.

José Antonio Bautista

Río de Janeiro, 11 ago.- El Gobierno brasileño está cada vez más interesado en adquirir conocimientos tecnológicos especializados para mejorar el desarrollo, innovación y competitividad de su área industrial, según muestran recientes contratos y acuerdos de cooperación internacional.

En junio, por ejemplo, la presidenta Dilma Rousseff inauguró una fábrica de chips para teléfonos inteligentes y computadores en Río Grande do Sul construida por HT Micron, una empresa conjunta creada por la surcoreana Hana Micron y la brasileña Parit.

Durante ese acto, la presidenta destacó que "la transferencia de esta tecnología será un hito para la industria brasileña y propiciará el desarrollo de nuevos productos y procesos, además de la formación de investigadores y trabajadores en el país".

Un mes después, en julio, Rousseff y el presidente chino, Xi Jinping, suscribieron 54 acuerdos de cooperación que incluían la construcción en territorio brasileño de dos centros de investigación y desarrollo de las compañías chinas Huawei y Baidu.

La industria militar brasileña es una de las que más se está beneficiando de la adquisición de saberes especializados.

La cesión de conocimientos tecnológicos fue uno de los factores clave para que el Gobierno brasileño eligiera equiparse con los aviones de combate suecos Gripen, todavía en fase de pruebas, en lugar de los Rafale franceses y los F-18 estadounidenses.

"Cuando termine el desarrollo (de los aviones), tendremos acceso a todo", declaró Juniti Saito, comandante brasileño de Aeronáutica, acerca de la compra de 36 cazas a la sueca Saab, valorados en 4.500 millones de dólares.

Las autoridades nacionales prevén tener listo en 2023 el primer submarino brasileño de propulsión nuclear surcando los 8.500 kilómetros de litoral del país tras la obtención de los conocimientos franceses en este ámbito.

"La transferencia de tecnología de submarinos representa un aspecto decisivo y crucial (...) lo que nos permitirá en el futuro desarrollar nuestros propios submarinos", señaló en marzo el almirante Gilberto Max Roffé, coordinador general del Programa de Desarrollo de Submarinos.

Ese programa fue creado tras el acuerdo de cooperación y transferencia tecnológica firmado por Brasil y Francia en 2008, que incluyó la compra de cinco submarinos a la francesa DCSN.

Varias compañías brasileñas del sector de defensa y aviación sellaron nuevos convenios en los últimos meses que contemplan el traspaso de tecnología, entre las que se encuentran la alemana Rheinmetall y la estadounidense Boeing.

A finales de junio, la brasileña Helibras entregó los primeros 50 helicópteros EC725 a las Fuerzas Armadas del país. En la fabricación de estos helicópteros participaron 37 empresas nacionales y extranjeras, de las cuales 13 mantienen acuerdos de transferencia de tecnología con el Gobierno.

Actualmente varios militares de la Fuerza Aérea brasileña asisten en Cannes a la segunda fase de un programa para la obtención de tecnología francesa que concluirá en 2016 para doblar la capacidad de comunicación satelital, fecha prevista para el lanzamiento del Satélite Geoestacional de Defensa y Comunicaciones Estratégicas.

La industria farmacéutica también recibe experiencia internacional para el desarrollo de nuevas soluciones sanitarias.

A los acuerdos firmados en 2013 entre el Ministerio de Salud y varias empresas israelíes se sumó el nuevo pacto entre la multinacional Pfizer y el estatal Instituto de Tecnología en Fármacos (Fiocruz), que en junio lanzaron un nuevo medicamento para combatir el colesterol alto, que afecta a 40 millones de brasileños.

El traspaso de tecnología ocupó un papel central en la inauguración el mes pasado de la primera fábrica de mosquitos genéticamente modificados para combatir el dengue y el virus chikunguña en Brasil, iniciativa en la que participa la británica Oxitec con la supervisión de las autoridades sanitarias.

El ránking mundial de competitividad internacional 2013-2014 del Foro Económico Internacional situó a Brasil en el puesto 56 entre 148 países, mostrando un descenso frente al puesto 48 alcanzado en 2012-2013.

En 2013, según números oficiales, el sector industrial representó el 24,9 % del PIB brasileño.

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