Credit Suisse gana 844 millones de euros en el segundo trimestre del año

Ginebra, 25 jul.- El segundo banco helvético, Credit Suisse, logró un resultado neto al alza en el segundo trimestre del año de un 32,6 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior que se situó en los 1.045 millones de francos (844 millones de euros).

En el primer trimestre, el banco consiguió un beneficio neto de 2.348 millones de francos (1.897 millones de euros) casi el triple que en el mismo periodo del año 2012 (832 millones de francos o 672 millones de euros).

El director general de la banca, Brady Dougan, mostró su honda satisfacción citado en un comunicado distribuido hoy.

"Nuestro modelo comercial funciona y continuaremos progresando en nuestros esfuerzos por reducir nuestra base de costos", afirmó.

Con respecto al beneficio antes de impuestos se situó en los 1.534 millones de francos (1.239 millones de euros), un alza de 38 por ciento sobre un año.

La actividad de banca privada y de gestión de fortuna obtuvo un beneficio antes de impuestos declarado de 917 millones de francos (740 millones de euros) un reducción respecto a los 977 millones de francos (789 millones de euros) de 2012.

No obstante, esta división registró un influjo neto de nuevos capitales de 7.600 millones de francos (6.141 millones de euros) por aportes provenientes principalmente de los mercados emergentes.

La banca de negocios obtuvo un beneficio neto antes de impuestos de 754 millones de francos (609 millones de euros) más del doble de lo obtenido un año antes, 314 millones de francos (253 millones de euros).

El porcentaje de fondos propios de base futura, según las exigencias helvéticas, aumentó, asimismo, 0,8 puntos y se situó en 10,4 por ciento entre fin de marzo y fin de junio.

Un resultado que cumple con las expectativas del banco, que pretendía superar la barra del 10 por ciento a mediados de año.

Asimismo, el banco ha reducido en 285.000 millones de francos (230.000 millones de euros) sus activos ponderados en función de los riesgos futuros, según las exigencias de las normas Basilea III.