Seis equipos y una plaza en el 'infierno': ¿cuál es el coste de descender a Segunda?

90 minutos pueden decidir el futuro de un equipo. Son la delgada línea entre codearse entre las veinte entidades más fuertes del fútbol español o dejar la categoría y tener que lidiar con una espiral, que en ocasiones, ha supuesto un punto y final para clubes históricos. Este domingo, LaLiga Santander encara su último asalto. Y lo hace con uno de los finales más emocionantes que se recuerdan. Con los boletos europeos ya adjudicados, a excepción de la Conference League, las miradas estarán puestas en la guerra por la salvación. Hasta seis equipos -Cádiz, Getafe, Valencia, Almería, Celta y Valladolid- lucharán por no caer por el mismo precipicio al que primero sucumbió el Elche y después el Espanyol.

Sin restar emoción a la bonita pelea por jugar una competición europea, la contienda por lograr la permanencia pone en vilo los corazones de seis aficiones, que afrontan un último partido con mucho más que perder que ganar. A nivel competitivo, descender a LaLiga SmartBank supone dar un paso atrás y despedirse, al menos una temporada, de la competición reina de nuestro fútbol pero a nivel económico, ¿cuál es el impacto de un descenso para un club de Primera División?

Para calcular el coste económico de un descenso hay que tener en cuenta una serie de factores que pueden variar mucho la factura en función de la situación de cada equipo. Aquí juega un papel importante el reparto de los ingresos audiovisuales. Según establece el Real Decreto Ley 5/2015, el 90% del dinero obtenido de la explotación conjunta de los derechos audiovisuales de las competiciones de LaLiga se destina a los equipos de Primera, mientras que el 10% restante se reparte entre los clubes de la categoría de plata.

Ante este escenario, una entidad como el Valencia CF, que ingresó 69,86 millones de euros de los 1.426,93 millones repartidos por los derechos audiovisuales en Primera durante la temporada pasada, podría sufrir un duro golpe de realidad en el hipotético caso de consumar el descenso. Pues, en Segunda, el trozo de pastel más grande que se repartió el pasado curso fue de 9,78 millones para el, entonces recién descendido, Real Valladolid.

Además de la reducción de ingresos por derechos audiovisuales, el descenso de categoría trae bajo el brazo otros problemas como la disminución de ingresos operativos por 'ticketing', campañas de abonos y patrocinios comerciales, que se ven afectados por la pérdida de categoría al repercutir directamente en su visibilidad. No obstante, el impacto comercial no es tan fuerte el primer año, sino que se aprecia "gradualmente durante los años que pase el equipo en la categoría", explica Ángel Nogales, responsable comercial y experto en patrocinios deportivos. "Una vez descendido, el club tiene que intentar que esas clausulas ‘antidescenso’ se minimicen para que el equipo sea más competitivo en la nueva categoría, y eso beneficia tanto a la entidad como a la marca", detalla.

En lo que concierne al terreno de juego, el descenso acarrea un dolor de cabeza a los dirigentes de los equipos, que deben tratar de encontrar un equilibrio entre impedir la fuga de sus talentos en el campo y ajustar unos contratos de élite a un límite salarial muy inferior. Para entender mejor esta diferencia, el límite salarial que ha establecido LaLiga esta campaña para el cómputo global de Primera división asciende a 3.022 millones de euros, mientras que en Segunda el total acumulado se reduce a 203 millones.

Un 'seguro por descenso'

En aras de paliar este déficit, LaLiga creó hace varias temporadas el denominado fondo de compensación, por el cual los clubes que dejan la categoría perciben una ayuda económica para adaptar su capital a la realidad del nuevo escenario en el que se adentran. Este 'seguro por descenso', que nació con la finalidad de impulsar a modo de boomerang el regreso de las entidades a Primera, no reparte el mismo dinero a los tres descendidos.

Según consta en el Libro 8 del Reglamento General de LaLiga, las cantidades a recibir están determinadas por tres baremos: un 20% de los ingresos recibidos en el reparto televisivo de los últimos cinco años, un 5% de los ingresos totales medios de las cinco últimas temporadas y un 0,035% de los ingresos netos por televisión por cada curso que hayan militado en la competición de forma consecutiva, hasta un máximo de 25 años. Así, el programa trata de premiar a los equipos con más ingresos e historia en la competición. Hasta la fecha, el equipo más beneficiado por esta ayuda es el RCD Espanyol, quien recibió cerca de 30 millones tras descender en la temporada 19/20.