Los dos casos en los que no debes usar dinero en efectivo

Dinero efectivo
Dinero efectivo

Hay una cantidad de expertos que sostienen que seguir una política de gastos solo en efectivo es una de las formas más sencillas de controlar nuestro presupuesto y por lo tanto de ahorrar. Aunque, si bien es cierto esta ni es siempre la forma más lucrativa ni la opción más segura. 

Y es que según explica Greg McBride, analista financiero a la CNBC, "el efectivo no ofrece protección contra pérdida, robo o fraude". Algo que sí hacen las tarjetas de crédito. A esto se le suma, que el simple hecho de retirar dinero de los cajeros automáticos también puede suponer un coste. 

Por poner un ejemplo, en Estados Unidos, siete de cada diez personas aseguran que utilizan tarjeta de crédito y no efectivo para realizar sus compras en una semana normal. 

Es cierto que todavía hay momentos en los que el uso de efectivo es inevitable. Ahora bien, hay dos casos en los que es mejorar tirar de tarjeta de crédito. 

Gastar mucho en una sola compra

McBride advierte que utilizar efectivo para pagar una compra grande es algo que hay que evitar. Argumenta, pues, que al ver el registro de compras que hemos hecho, por ejemplo, en el último mes, es mucho más fácil hacerlo si se han hecho de modo digital, ya que al hacerlo con dinero en metálico, habrá que tener todos los recibos localizados, sobre todo a la hora de rendir cuentas con el fisco. 

Además, al pagar con billetes pueden perderse las garantías potenciales y la protección de compra. "Muchas tarjetas de crédito ofrecen cobertura, además cualquier garantía del fabricante que pueda existir", explica McBride. 

Incluso, algunas tarjetas permiten extender la garantía aún más tiempo. Por ejemplo, si el teléfono móvil se estropea antes de que finalice la garantía del fabricante, la tarjeta puede ofrecer una protección adicional. 

Cuando viajas

Aunque es normal que cuando viajemos antes acudamos a un cajero para sacar una gran cantidad de dinero de la que ir tirando, esto puede suponer un peligro, sobre todo en caso de robo. 

"Si alguien te roba tu tarjeta de débito, no tiene más que denunciar y la institución financiera se hará cargo, así no serás responsable de ningún cargo fraudulento", dice McBride. 

El efectivo, por tanto, es mucho más difícil de rastrear. Eso, además de que en caso de robo, será dinero que habremos perdido para siempre. Sin embargo, con un tarjeta de crédito, el gasto es más limitado. 

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