Un informe del Banco de Pagos Internacionales (BIS) señala que nueve de cada 10 bancos centrales del mundo se encuentran al menos en las primeras etapas de desarrollo de una moneda digital y el 62 % está en periodos de experimentación y prueba de este concepto. "El interés en este tipo de monedas ha crecido en respuesta a los cambios en los pagos, las finanzas y la tecnología, así como la interrupción causada por Covid-19. Una encuesta del BIS de los bancos centrales de 2021 encontró que el 86 % está investigando activamente el potencial de los activos digitales, el 60 % estaba experimentando con la tecnología y el 14 % estaba implementando proyectos piloto", apuntan en este mismo estudio.
Suecia es una de las pioneras en este proceso y su banco central (Sveriges Riksbank) advertía que ya se encuentran investigando cómo emitir un complemento digital al efectivo denominado e-krona. La Unión Europea no se ha quedado atrás, ya en octubre de 2020 lanzó una consulta pública sobre la posibilidad de lanzar esta divisa y en abril de 2021 publicó un informe con conclusiones del mismo. Entre los puntos más destacados estaba la utilización de este euro digital podría complementar el efectivo y los depósitos, crear sinergias con el sector de pagos o evitar riesgos de las soluciones de pago no reguladas. "Un euro digital sería dinero de banco central disponible en formato digital para su uso en pagos de pequeño importe".
Ya en el mes de noviembre la Comisión Europea y el Banco Central Europeo organizaron una conferencia para tratar el marco legislativo que permitía el uso el euro digital tanto para ciudadanos como empresas. La misma Christine Lagarde, presidenta de Banco Central Europeo, apuntó durante esta conferencia que "el euro digital no es un proyecto aislado o limitado al ámbito de los pagos. Se trata más bien de una iniciativa interpolítica y europea que tiene el potencial de afectar a la sociedad en su conjunto".
The digital euro is a common European project, President @Lagarde says at the joint @ecb and @EU_Commission Digital Euro Conference. It would ensure that money and payments remain trusted, secure and efficient in a rapidly changing digital environment https://t.co/xUNTjgU8jk pic.twitter.com/ORyFK3V1mc
— European Central Bank (@ecb) November 8, 2022
Además, señaló que se basa en tres principios: que los ciudadanos cada vez apuestan más por los métodos digitales que en efectivo, la confusión entre lo que es dinero y lo que no y la entrada de las grandes tecnologías en los pagos podría aumentar el riesgo de dominación del mercado y dependencia de las tecnologías de pago extranjeras. "Al diseñar dinero público digital, podemos adelantarnos a estos desarrollos y garantizar que se mantenga la confianza en el sistema monetario y se fomente la innovación", recordaba Lagarde.
A partir de 2025
El Banco Central Europeo (BCE) y los servicios de la Comisión Europea están revisando conjuntamente a nivel técnico una amplia gama de cuestiones políticas, jurídicas y técnicas que surgen de una posible introducción de un euro digital, teniendo en cuenta sus respectivos mandatos y la independencia prevista en el tratado. Tal y como apuntan en 20 Minutos, los organismos también han involucrado a otras empresas como Amazon o CaixaBank, que han cooperado en su fase de investigación, que se espera que dure un año más, hasta octubre de 2023.
Después de la conferencia de principios de noviembre, el próximo paso será que la Comisión Europea adopte una propuesta legislativa sobre un euro digital para la Unión Europea (UE). De lograrse, señalan en 20 Bits que esta moneda regulada, digital y oficial podría estar en circulación en el mercado a partir de 2025 o 2026.
Dinero en efectivo y criptomonedas
¿Sustituiría esta moneda digital al dinero en efectivo? Según señalan desde el Banco Central Europeo (BCE), el euro digital sería un complemento de los billetes y las monedas, no un sustituto. "El efectivo seguirá estando disponible en la zona del euro. Un euro digital funcionaría en paralelo al efectivo y daría respuesta a la creciente demanda de los consumidores de pagar digitalmente, de manera rápida y segura". Además, tampoco sería una moneda alternativa dentro de la zona euro, sino un nuevo método para pagar mediante euros y convertible a la par con los billetes.
¿Sería equivalente a una criptomoneda? Lo cierto es que un euro digital estaría respaldado por un banco central y su diseño respondería a las necesidades de los ciudadanos: no tendría riesgos y respetaría la privacidad y la protección de datos. "En cambio, la estabilidad y fiabilidad de las stablecoins dependen de la entidad que las emite y de la credibilidad y aplicabilidad de su compromiso de mantener su valor a lo largo del tiempo", recuerda el organismo económico.
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