Por qué las parejas deberían tener hasta cuatro cuentas bancarias diferentes

Al empezar a vivir con una pareja, algunos de los principales gastos pueden dividirse entre ambos convivientes. El pago mensual de la vivienda, las cuotas asociadas a los servicios del hogar o incluso otras suscripciones que tengamos mes a mes suele ser conveniente pagarlos a partir de un bote común. En muchas ocasiones esto supone tener una cuenta bancaria conjunta donde ambos individuos sean los titulares. De este modo, podrán ingresar ciertas cantidades equitativas y poder cubrir los gastos ordinarios.

Sin embargo, abrir una cuenta conjunta no implica renunciar a la independencia económica o a la intimidad personal. Cada uno puede mantener una cuenta personal para recibir su nómina del trabajo, pagar sus propios recibos o hacer compras personales y, además, tener una cuenta compartida con el único objetivo de administrar la economía del hogar, señalan los expertos del comparador de productos financieros HelpMyCash.com. 

El actor, cómico y empresario estadounidense Steve Harvey relevaba en el concurso televisivo 'Family Feud' la técnica más efectiva para llevar un buen control del dinero en un matrimonio o pareja. Para él, la clave es tener un total de cuatro cuentas, de modo que cada una tenga una utilidad concreta.

División del dinero

"Si estás casado, deberías tener como mínimo cuatro cuentas bancarias", señalaba Harvey durante el programa de televisión tras la recomendación de un experto financiero. Además, afirmaba que daba igual si una de las personas se quedaba en el hogar, esta regla debe aplicarse en todos los casos.

La primera cuenta es la conjunta, de manera que en ella incluiréis una cantidad de dinero proporcional para poder mantener vuestro estilo de vida, desde los seguros del coche hasta la hipoteca, las facturas del gas o la electricidad e incluso la compra de alimentos.

Por el contrario, la segunda cuenta bancaria tendrá que dedicarse a los ahorros. De esta forma siempre tendrán un fondo de emergencias que usar en caso de necesidad. Además, recomienda que para poder retirar el dinero sea imprescindible la autorización de dos titulares, de modo que siempre estén de acuerdo en utilizar este dinero.

La cuarta y quinta cuenta serán las personales, un espacio en el que cada uno puede decidir cómo gastar su propio dinero. Es esencial recordar que ninguno puede decirle al otro qué puede o no hacer con esa cantidad, ya que es de gestión individual.