El Fondo de Garantía de Depósitos juega un papel clave

¿Cuánto dinero puedo tener en el banco sin que corra peligro en una crisis?

No todo el dinero que se tiene en una cuenta bancaria está a salvo en una situación de crisis económica. 

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Lukasz Radziejewski de Pexels.

La crisis sanitaria y económica que estamos viviendo actualmente no solo en España, sino en todo el mundo, hace crecer la incertidumbre en todos los aspectos, y el financiero no podría ser menos. Las dudas sobre ahorro e inversión han ido en aumento en estos días, sobre todo ante algunas, aparentemente inofensivas, declaraciones de políticos.

A principios de abril, el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, publicó un tuit reproduciendo un artículo de la Carta Magna: "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general (Artículo 128 de la Constitución)". Quizás, ante otras circunstancias, no hubiera tenido tanta repercusión, pero pronto provocó una cascada de dudas e incertidumbre que a día de hoy continúan surgiendo en muchos ciudadanos.

La realidad es que, siempre y cuando el dinero que se tenga depositado en el banco no supere los 100.000 euros no debería correr peligro, ya que, dentro de una supuesta quiebra de la entidad bancaria, estarían protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos.

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El Fondo de Garantía de Depósitos

Esta entidad, con personalidad jurídica propia, protege a los clientes de todos los organismos adheridos para brindarles seguridad y confianza. Desde su creación el 14 de octubre de 2011, todos los ahorros de los clientes y pequeños ahorradores, hasta 100.000 euros, están garantizados en caso de que la entidad bancaria entre en proceso de concurso de acreedores, es decir, quiebre.

El límite de 100.000 euros engloba todo el dinero depositado en la entidad, ya sea en euros o en otras divisas. Es decir, si se tienen 30.000 euros en una cuenta, y 85.000 euros en un depósito, en caso de quiebra de la entidad solo se tendrían garantizados los primeros 100.000, quedando descubiertos los siguientes 15.000 euros. Eso sí, si la cuenta o el depósito tuviese dos titulares, la cobertura sería de 100.000 euros para cada uno, 200.000 en total, y por tanto los 115.000 euros del ejemplo si estarían cubiertos. En todo caso, siempre es aconsejable no tener más de 100.000 euros en una misma entidad.

Lo cierto es que, aunque tengamos esta garantía por escrito, si se produjera una quiebra de entidades importantes podrían surgir problemas. En la memoria de muchos todavía se encuentran las palabras de Luis María Linde, durante la investigación por la compra – rescate de Banco Popular en 2017. “Es muy dudoso que el Fondo de Garantía hubiese tenido fondos suficientes” en caso de que la entidad hubiese quebrado, dijo el ex gobernador del Banco de España.

2020 ¿el año de la recesión?:

Ahora bien, los balances de bancos españoles se encuentran hoy mucho más preparados que entonces, ya que tras la crisis financiera de 2008 se les obligó a hacerlo. Pero, ¿qué ocurre si el dinero está depositado en una entidad de otro país?

Bancos extranjeros

Si el dinero ahorrado no se encuentra depositado en una entidad española existen dos opciones, que el banco opere en España a través de una filial o que lo haga a través de una sucursal. En el primer caso se situaría, por ejemplo, el francés BNP Paribas, el ecuatoriano Banco Pichincha, o el alemán, Deutsche Bank, y todos los ahorros, hasta 100.000, estarían acogidos al Fondo de Garantía de Depósitos español.

Pero, si la entidad opera a través de una sucursal, el dinero estaría acogido al Fondo de Garantía de su país de origen, si lo tuviese. Dentro de la Unión Europea el límite es igual para todos los países, es decir, de 100.000, por lo que tener el dinero depositado en el holandés ING Direct, el francés Crédit Agricole, o el portugués, Novo Banco, no sería diferente a tenerlo en BBVA o Banco Santander, por poner un ejemplo. Ahora bien, fuera del entorno de la Unión Europea las cosas funcionan de manera diferente, y por ello siempre resulta aconsejable no abandonar su amparo.

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