Cuánto gana un abogado: la diferencia entre el sector público y el privado

A través de la multitud de campos laborales a los que se puede acceder, la abogacía es uno de los que goza de mejor fama, especialmente para las personas que consideran que es una manera de alcanzar cierta seguridad económica. Un aspecto que hace falta tener en cuenta es que se necesita tener un título universitario de licenciado o graduado en Derecho, así como realizar un máster o prácticas externas como formación especializada, lo cual requiere una inversión importante de tiempo y dinero.

En principio, todos los abogados tienen la libertad de cobrar la suma que les parezca adecuada.  De manera parecida a otras áreas profesionales, la experiencia es un factor de suma importancia en el momento de poner un sueldo, por lo que un recién graduado que entre a trabajar en una empresa privada, conocido comúnmente como un abogado "junior", tendría que trabajar durante bastante tiempo para poder cobrar lo mismo que alguien con más tiempo ejerciendo.

De junior a senior

En este sentido, los abogados "junior" suelen empezar cobrando alrededor 1.200 y 1.500 euros netos mensuales, los cuales pueden llegar a volverse unos 3.800 euros al cabo de cuatro o cinco años, cuando ya puede considerarse más experimentado, según los datos promedio de los portales de empleo. A partir de este momento, la mayoría de los abogados en el sector privado reciben un sueldo de entre 3.800 y 6.600 euros netos mensuales, una variación que depende de numerosos factores como lo sería la propia compañía y el tipo de tareas legales que realiza.

A lo largo del tiempo, mientras el abogado va ganando una buena reputación y mejorando su solvencia profesional, sus opciones se vuelven más amplias mientras maneja casos que correspondan a su nivel de experiencia. Cuando cumple diez años trabajando se considera un abogado "senior", que puede cobrar hasta 10.000 euros mensuales.

Por otro lado, los abogados del Estado no suelen ganar tanto dinero, si bien son de los funcionarios mejor pagados del sector público. Después de pasar las oposiciones tienen derecho a un sueldo de entre 50.000 y 60.000 euros anuales. Cabe destacar que trabajar como abogado del Estado no cierra las puertas del sector privado, donde se pueden alcanzar sueldos de hasta 90.000 euros netos anuales.